El COVID-19 está generando impactos en algunas de las industrias más importantes del país, entre ellas, la industria cervecera.
En un comunicado, Heineken México señaló que conforme a lo dispuesto por las autoridades sanitarias, a partir del 5 de abril suspendió la distribución de cerveza en sus siete plantas del país.
México es el cuarto productor mundial de cerveza y en ella, el campo mexicano tiene su principal producto de exportación, por un monto superior a los 4 mil 200 millones de dólares al año.
De esta industria dependen más de 55 mil empleos directos y 600 mil indirectos, representa el 1% del PIB.
Más de 5 mil agricultores se dedican a la producción de cebada maltera, con la que se hace la cerveza, la industria cervecera impacta económicamente en cerca de un millón de puntos de venta.
La venta de cerveza es el medio de subsistencia de 800 mil pequeños comercios y representa el 30% de las ventas de tiendas de abarrotes.
Por concepto de IVA y IEPS, la cerveza aporta 64 mil 400 millones de pesos anuales a las finanzas públicas, esto es el 4% de los ingresos presupuestarios del gobierno de México.
Parar la industria cervecera, significa detener empleos en el campo, las ciudades el sustento de millones de familias mexicanas