CIUDAD DE MÉXICO, mayo 14 (EL UNIVERSAL).- «Mi padre ya descansó», dijo Ari Sandy. Hace dos semanas, el Mago Krotani tuvo que ser operado de la cadera tras sufrir una caída. Tenía 90 años y, aunque volvió a casa poco después, su memoria ya no fue la misma.
«Mentalmente ya se había ido, ya había perdido la memoria, ya no respondía y sufrió mucho, mi hermana es la que estuvo con él y sufren mucho tanto el que cuida como el cuidado», compartió a EL UNIVERSAL.
La historia del mago Krotani es una de mucha pobreza y trabajo. Padre de cinco hijos, salió de Mérida hacia la ciudad de México lleno de deudas y necesidad económica, pero afortunadamente pudo superarlo gracias a la magia.
«Mi papá hizo de todo en Mérida, fue agricultor, fue boxeador, fue vendedor de sándwiches. Llegamos a México en pobreza extrema, salió endeudadísimo de allá, llegamos a un cuarto a dormir todos en el piso y en un año se levantó sin conocer a nadie; de vender magia en la calle, al año nos sacó del cuarto y nos llevó a un departamentito, se hizo de un nombre. Él vendía magia en la calle y eso nos dio de comer mucho tiempo, de allí se coló a Televicentro y luego trabajó con ‘El Chino’ Herrera».
De sus cinco hijos, sólo dos se dedicaron a la magia: Rolando y Ari. De allí en fuera, uno se dedicó a las matemáticas y otro a la arquitectura, por ejemplo.
Desafortunadamente, la muerte de Krotani se dio en el contexto de la pandemia por Covid-19, pero Ari comentó que su padre será enterrado junto a su madre, que falleció hace 17 años.
«Mi padre dejó huella y un honor ser su hijo», aseguró el mago que hoy lo despide con el alma tranquila, sabiendo que su papá descansa con toda esa magia que creó a lo largo de su vida.
