Ingrid Mañon
Paciencia y vocación son elementos que requiere un docente, pues una cosa es tener los conocimientos y la facilidad de enseñar y otra la paciencia para hacerlo adecuadamente y con amor, sobre todo en estos tiempo de pandemia en los que la docencia puede tornarse complicada al tratar de enseñar por medios electrónicos.
- No es lo mismo realizar clases presenciales que hacerlas en casa, podría haber un retroceso en los avances educativos.
- El que los padres se involucren en las actividades de los docentes, servirá para que valoren todo lo que los maestros realizan en los planteles educativos.
Paciencia y vocación son dos elementos que requiere quien pretenda ser docente, pues una cosa es tener los conocimientos y la facilidad de enseñar y otra la paciencia para hacerlo adecuadamente y con amor, sobre todo en estos tiempos de pandemia, en los que la docencia puede tornarse complicada al tratar de enseñar por medios electrónicos, aseguró Karla Gasca Martínez, docente de segundo de preescolar.
La joven docente contó en entrevista para SerNoticias, que desde pequeña encontró en la docencia la satisfacción de enseñar a los menores a través de diversas actividades y prácticas creativas con las que además de aprender, desarrollan habilidades cognitivas, mismas que actualmente pueden verse frenadas debido a que no es lo mismo realizar clases presenciales que hacerlas en casa, en donde los papás pueden ser incluso permisivos y podría existir un retroceso en los avances educativos.
Explicó que actualmente continúan los trabajos en casa gracias a planeaciones quincenales de actividades que envía a los padres de familia, quienes a través de WhatsApp envían foto o video de las tareas asignadas, con las que los docentes evalúan a los alumnos.
Los retos
Señaló que los retos actuales en la educación de los pequeños es que los niños aprendan y a su vez desarrollen habilidades personales, cuestiones que se ven separadas en las instituciones privadas y públicas respectivamente.
Además, dijo que otro reto podría ser que los padres de familia se involucren en el desarrollo de los niños en casa, pues en ocasiones por cuestiones laborales brindan poco tiempo en este sentido y forman niños inseguros.
“Regresando de la contingencia sanitaria, estoy segura que voy a recibir a niños más inseguros, sobreprotegidos que quizá ya no avisen siquiera para ir al baño, niños que quizá en la escuela ya eran más seguros y participativos, esto debido a que los papás por diversas actividades y porque no dominan ciertos temas, en lugar de apoyarlos retrasan sus procesos de aprendizaje”, indicó.
Beneficios de permanecer en casa
No obstante, dijo que permanecer en casa por un tiempo prolongado también puede conllevar cosas positivas como el contacto parental, debido a que en ocasiones algunos padres de familia permanecen distantes a los pequeños y para contribuir en ello, Gasca Martínez les deja tareas en las que puedan reforzar su relación familiar, en la seguridad de los menores e incluso en el lenguaje.
Además, dijo que el hecho de que los padres de familia observen y se involucren en las actividades de los docentes, servirá para que valoren todo lo que los docentes realizan en los planteles educativos, que si bien es su trabajo, realizan las actividades con amor y cariño, todo con el fin de asegurar que los pequeños se conviertan en personas independientes y seguras.
“Para ser maestra se ocupa mucha vocación porque puedes tener el conocimiento o la habilidad de enseñarles, pero la paciencia o la vocación, el cariño y todo lo que implica que el niño aprenda debe ser una de las características”, comentó.