CIUDAD DE MÉXICO, junio 30 (EL UNIVERSAL).- Se conocieron cuando Jimena Coronado le pidió a Joaquín Sabina que saliera al balcón de un hotel de Perú para hacerle unas fotos. Era 1994 y ella trabajaba para el diario «El Comercio».
La atracción surgió desde que se vieron y así fueron construyendo una relación que este lunes los llevó al altar en una boda discreta que se realizó en Madrid, con su amigo Joan Manuel Serrat, sus hijas y los escritores Almudena Grandes y Luis García Montero entre los invitados.
La historia de amor de los recién casados no fue tan rápida como lo fue el flechazo. En una entrevista con Juan José Millás, Jimena dijo que lo conoció en diciembre de 1994, y que recuerda la fecha por la muerte, unos días antes, del escritor peruano Julio Ramón Ribeyro.
Entre las tomas, Sabina le preguntó a Jimena que a dónde iría a echar unos tragos después del trabajo, y ella le contestó que a un lugar llamado «La noche». Aunque ella estuvo allí a esa hora, acompañada por unas amigas, el cantante apareció hasta pasada la medianoche. Con pena de ir a saludarlo, la fotógrafa decidió caminar enfrente de él, a ver si la reconocía, y sí, la saludó y se sentaron a platicar. La pareja hizo click en ese momento, pero poco después cada uno retomó su rutina, su vida, los viajes, y ella comenzó un noviazgo con alguien más, al igual que él.
Sin verse durante los noviazgos de ambos, pasó el tiempo y Sabina comenzó a trabajar en el álbum 19 días y 500 noches, por lo que se desconectó de todo y dejó de revisar su correspondencia y de tomar llamadas.
Al final, cuando lo hizo, vio que tenía una carta de Jimena Coronado, una carta donde le decía que ya era soltera. A Sabina lo habían terminado recientemente, por lo que la invitó a Venecia pero para su sorpresa, ella dijo que no, que mejor se vieran en Garibaldi, en la Ciudad de México para brindar por su amor.
Los dos meses siguientes Sabina estuvo llamándola a Perú para que Jimena aceptara mudarse con él a España, y aunque le costó trabajo, la convenció, como él mismo narró en la entrevista con Millás.
A finales de 2019, su mejor amigo, Joan Manuel Serrat, declaró en una entrevista con Teleshow que Sabina se había arrodillado ante Jimena y, ofreciéndole un anillo, le había pedido matrimonio.
«Yo tengo 70 años, el día que la Jime cumplió 50 doblé la cerviz y en verso…», compartió el artista a los medios después de que su amigo revelara el secreto.
Ya recuperado de una caída, el cantautor se puso su traje azul y fue a casarse con Jimena acompañado de sus seres queridos.