Por: Dra. H.C. Diana Marines
En la vida, a veces necesitamos decretos que van formando parte de nuestro carácter, nuestras decisiones y el camino que debemos tomar sin remordimientos.
Ésta ocasión, quiero compartir contigo los siguientes decretos para tu bien mental, espiritual y emocional.
ACEPTO
Acepto con amor cada parte de mí, siendo consciente que mi cuerpo es el templo que me fue conferido y que será devuelto a mi creador. Acepto mis ojos y pido nunca pierdan el asombro por cada parte de la tierra y el Universo. Acepto mis manos para que nunca dejen de ofrecer una caricia cuando más se necesite. Acepto mis pies que me llevan a caminos inesperados, que día con día sostienen las columnas firmes que son mis piernas. Acepto mi mente que me transporta a lugares insospechados, la misma mente que me habla y no se calla cuando cometo un error, la mejor consejera cuando no encuentro la respuesta y la más objetiva de todo mí ser. Acepto mi corazón, ese que palpita fuertemente cuando tengo mucha emoción, el que vive en silencio, el amigo leal de cada mañana, que llora cuando lloro, que siempre está atento de mí y me mantiene con vida.
Acepto el amor que nace desde mi corazón, el que sé dar sin medida, que es honesto y puro. Acepto confiar plenamente en que hay un alma que vuela con alas propias y que nos haremos compañía en nuestro cielo. Acepto el amor que merezco, que me hace suspirar y el que no deja dormir, el que todo lo llena de colores y nunca hace sufrir. Un amor real, no sacado de un cuento de princesas.
Acepto crecer en éxito, abundancia y prosperidad. Merezco todo lo bueno, sé que puedo edificar mis sueños, metas y proyectos, merezco vivir plenamente el viaje de mi vida.
RECHAZO
Rechazo el dolor, el sufrimiento y la agonía que muchas veces he permitido en mi vida. Rechazo las lágrimas que me agobian y me lastiman cuando no entiendo los designios de mi destino. Rechazo vivir en la depresión, con la cabeza baja y mi autoestima pisada por otros. Rechazo no darle valor a cada latido de mi corazón.
Rechazo rotundamente a personas que son hirientes en palabras y acciones, que toman ventaja y son prepotentes. Rechazo la hipocresía, la falsedad y los malos consejeros. Rechazo la gente sin escrúpulos y sin pena por mentir y vivir en la farsa que se inventan para tener un beneficio.
Rechazo la imposición de soportar a personas que son insoportables, sin temor a que me juzguen, me señalen o critiquen sólo porque es más fácil que ser empático y resiliente.
Rechazo las banalidades que ofrece una relación sin futuro. Rechazo las mentiras u omisiones que se generan de la falta de valores, respeto y amor.
Rechazo lucir bien con acciones fingidas y tolerar lo que no me agrada con tal de pertenecer o encajar en un círculo social.
Rechazo todas y cada una de las críticas que provienen de personas que no han edificado nada, rechazo el veneno emocional derivado de la frustración y el enojo interno con el que viven personas que no saben superarse o no se aman a sí mismas.
Rechazo decir SI a todo lo que no quiero para mi vida y a su vez, rechazo decir NO a lo que más deseo pero, aparto de mí con tal de complacer a otros.
*Ahora bien estimado lector, escribe en una hoja que apartas de tu vida y que deseas aceptar con amor, lleva de manera más personal tus decretos, solo tu corazón te guiara a una vida más plena y llena de amor, virtud y compasión.