El comediante debe ser responsable de lo que dice: ManuNNa
CIUDAD DE MÉXICO, agosto 3 (EL UNIVERSAL).- La censura y la desigualdad en el trabajo son circunstancias que el comediante Manuel Nava, mejor conocido como ManuNNa ha enfrentado desde el comienzo de su carrera.
Como miembro de la comunidad LGBT ha tenido que luchar contra estereotipos y dejar claro que no sólo hace «comedia para gays», como han juzgado desde los empresarios antes de contratarlo, hasta el público previo a su show.
«Es muy importante poder subir a un escenario y tener algo que decir. No por lo que la gente diga, sino porque al final el Stand up viene de una cuestión muy personal, cuentas tus anécdotas. Yo cuento cómo me va en el gimnasio, cómo voy al super, mi familia, mis relaciones amorosas, mi mascota, todo. Pero resulta que si yo hablo de mis relaciones amorosas pues mi pareja fue un hombre, entonces no es que yo haga comedia para gays, simplemente estoy hablando de eso», dijo en entrevista.
Como influencer, el también actor de 29 años asegura que guía sus contenidos a partir del respeto. Para él es importante considerar el poder de la comedia y estar consciente del alcance que uno de sus chistes puede llegar a tener.
«Ahorita los comediantes dicen ‘es que ya no se puede hacer comedia de nada’ y yo digo claro que se puede, cuando seas responsable de lo que dices, porque si haces un chiste misógino pues la repercusión es una mujer muerta. Creo que podemos llegar a ese extremo que si tienes un chiste que se replica y se hace viral, al rato todo mundo piensa que las mujeres son tontas o que los gays solamente son mariconcitos».
Debido a la pandemia, el 4 de agosto presentará su show «Separadas al nacer» en un nuevo formato de Stand up con público en autos, el cual hace junto a la también comediante Michelle Rodríguez. Ambos harán su número en vivo y simultáneamente será transmitido en una enorme pantalla para todos los autos asistentes.
A pesar de que durante este confinamiento ya ha hecho algunas transmisiones virtuales e incluso un espectáculo grabado para una escuela de arte en Nueva York, aún no se acostumbra a no escuchar las risas de su público, aunque es consciente de que este tipo de shows son por ahora la única forma de seguir generando ingresos. Con esta nueva experiencia tiene la esperanza de poder recibir la reacción del público.
«Buscaremos una nueva manera de que se rían, no sé, con el claxon o con las luces, tratar de encontrar esas risas y adecuarnos, no sabemos cómo van a ser los nuevos shows, así que por ese lado experimentamos», asegura.