CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 17 (EL UNIVERSAL).- El promedio de crecimiento económico que se espera tener en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador es de 0.7%, un crecimiento comparable con lo que se obtuvo en la administración de Miguel de la Madrid, de acuerdo con el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC). Ese crecimiento se dará considerando que en 2019 se registró -0.3%, el -8% de 2020 y a pesar de que habrá recuperación de 4.6% en 2021 y considerando que el 2022 al 2024 se tendrá en promedio 2.5% de crecimiento, dijo el director general del IDIC, José Luis de la Cruz.
«Aún contemplando el crecimiento de 4.6% el crecimiento del sexenio, será de 0.7% no alcanzará a superar siquiera el aumento de la población y este escenario enfrenta el riesgo de que el año que entra el aumento del PIB pueda ser aún menor, por el Covid-19 y posibles nuevas medidas de confinamiento, por la baja en la calificación de la deuda soberana o por algún otro factor que impida que la inversión privada funcione correctamente», expuso.
El problema es que «no se ve en el presupuesto ese motor (de crecimiento) simplemente es un copiar y pegar», no se ve en ningún lado del paquete presupuestal un impulso al crecimiento que haga llegar al 4.6%.
Afirmó que el crecimiento del 2021 no se dará en automático, ni será producto del paquete presupuestal, pero sí tendrá que revertir la pérdida de 920 mil empleos para fines de 2021, una caída de la producción industrial de -11%, explicó el director general del IDIC. «Hay retos por enfrentar, como el brote del Covid-19, el segundo brote de Europa, que en México no se ha detenido, la debilidad económica desde 2019, el problema sistémico de bajo crecimiento y pobreza», entre otros.
La magnitud de la crisis implica una reconstrucción de las cadenas globales de valor; el proteccionismo en Estados Unidos continuará sin importar quien gane; China desarrolló una estrategia que le permitió tener crecimiento económico y control de la pandemia, por lo que las empresas transnacionales no abandonarán en automático el este de Asia. Hay que considerar también la relocalización inercial de empresas a nivel mundial en la que para enfrentar los efectos de la crisis los países buscan atraer empresas a sus territorios.