Peso mexicano, la moneda que más perdió en la semana
CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 26 (EL UNIVERSAL).- El peso mexicano fue la moneda que más perdió valor frente al dólar esta semana, ante el pánico en los mercados por nuevas restricciones para contener el Covid-19 y las expectativas de que se retrasen los estímulos económicos en Estados Unidos. Tras venderse hasta en 23 pesos durante la mañana del jueves, el dólar se terminó vendiendo este viernes en 22.75 unidades en ventanillas de CitiBanamex, un repunte de 1.23 pesos con relación al cierre de la semana pasada.
En operaciones al mayoreo, el tipo de cambio culminó en 22.34 pesos, una depreciación acumulada de 5.7% o 1.20 unidades, siendo la moneda mexicana la más perdedora de la semana, luego de borrar todas las ganancias que sumó ante el dólar durante el último mes y medio. Le siguieron la corona noruega, con una pérdida semanal de 5%; el rand sudafricano, con -4.8%; y el peso colombiano, con -4%, de acuerdo con cifras de la agencia Bloomberg.
«El peso fue la divisa más depreciada en la semana pues había ganado terreno de forma acelerada desde agosto, sin que esto se debiera a fundamentales macroeconómicos», opinó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base. La última vez que el peso enfrentó una semana tan complicada fue en la primera semana de abril, destacó.
El dólar se fortaleció frente a casi todas las monedas, ante un regreso del nerviosismo en torno al Covid-19, debido a que se continuó viendo un mayor número de casos diarios en algunos países, siendo el mayor incremento diario desde que comenzó la pandemia para el caso del Reino Unido y Francia, explicó Siller.
Estas dos naciones también anunciaron que endurecerán las medidas de distanciamiento social con recortes en los horarios de operaciones de restaurantes y bares, restricciones en la cantidad de personas en reuniones sociales, y multas más elevadas para quienes no utilicen cubrebocas. Desde su punto de vista, el mercado también comenzó a descontar la posibilidad de una recesión más prolongada, particularmente en Estados Unidos, donde se ha generado la expectativa de que se retrasará la negociación y aprobación de una nueva ronda de estímulos fiscales, principalmente por las recientes tensiones entre los republicanos y demócratas previo a las elecciones del 3 de noviembre.
La necesidad de una nueva ronda de estímulos se vuelve más evidente con el reciente cambio en la postura de algunos miembros de la Reserva Federal, como el presidente Jerome Powell y los presidentes de las oficinas regionales, quienes señalaron a lo largo de la semana que la recesión podría ser prolongada si el Congreso no aprueba más apoyos fiscales, destacó la economista de Banco Base.