Alma Karen decidió divorciarse por sufrir agresiones y comenzó una pesadilla

Aguantó agresiones físicas y verbales de su ex pareja, pero aún con el divorcio, persisten las amenazas de muerte y la autoridad no le ayuda
Por: Carolina Sosa
Alma Karen Carrillo Galvis pide ayuda a las autoridades mexiquenses, dijo que “no quiere ser una muerta más” y tampoco una víctima de la violencia, pues reconoce que por miedo, “permití que me golpeara por muchos años, pero hoy sólo pido justicia”.
Denunció que su ex marido y padre de su hijo la golpeó y ejerció violencia verbal durante los cinco años que sostuvieron una relación. Ellos se casaron cuando ella tenía 17 y él 19 años.
Relató que desde marzo de este año comenzó “la peor pesadilla” que ha enfrentado en su vida, cuando decidió iniciar el proceso de divorcio, pues “siempre fui víctima de golpes y violencia verbal” e incluso, admitió, que su mamá la “obligó” a mantenerse en el matrimonio bajo el argumento de que “una mujer decente debe criar a un hijo en familia”.
Añadió que previo a la contingencia sanitaria se resolvió en los juzgados del Poder Judicial mexiquense su divorcio, pero el juicio por la custodia se detuvo “debido a la pandemia, al menos eso me dijeron, que no había audiencias”.
Detalló que el 13 de marzo su ex esposo la “insultó por teléfono, se llevó a mi hijo y me bloqueó de todas las vías de comunicación. No supe más de ellos”. Por esta razón acudió a la fiscalía, donde incluso emitieron una alerta Odisea, para dar con el paradero del bebé.
El 22 de marzo a Karen le marcó su mamá para decirle que su ex pareja le entregaría al niño afuera de la casa de su papá en la colonia Sánchez Colín, en Toluca. Ahí por la fuerza, la subieron a la batea de una camioneta cerca de 15 personas, entre ellos la mamá de Karen y sus primos.
A la joven se la llevaron a Michoacán, en el trayecto la pasaron a un automóvil donde estaba su bebé, y al siguiente día la liberaron unos amigos. Narró que por estos hechos estableció una denuncia ante el MP por privación de la libertad, mostró videos y fotografías, además de mensajes de texto, aunque la FGJEM emitió una orden de protección, la policía de Metepec, donde ella reside, no le ha proporcionado vigilancia alguna.
Por estas condiciones solicitó a la juez del noveno juzgado, encargada del juicio de custodia que las visitas de su ex esposo a su hijo fueran vigiladas, pues además le quitaron el pasaporte y visa de su hijo, y la amenazaron con sacarlo del país; pero la jueza “decidió creerle a él”.
Por el momento Karen demanda justicia, pide no ser una víctima más de la violencia. “Mi papá ha recibido amenazas de muerte. Tengo miedo de salir a la calle. No solo es la violencia común contra las mujeres, es también que tengo una sentencia de muerte”, lamentó.