Familia en Cuba denuncia represión y se refugia en atrio de Obispado
SAN JOSÉ, Costa Rica, septiembre 29 (EL UNIVERSAL).- Una familia opositora cubana se refugió en un pasillo a la entrada del Obispado de Holguín, a unos 800 kilómetros al oriente de La Habana, y se declaró en huelga de hambre para clamar por protección al obispo de esa ciudad, Emilio Aranguren Echeverría, al denunciar que sufrió una intensa represión de agentes de la seguridad política del régimen comunista de Cuba, confirmaron hoy fuentes disidentes de la isla.
La periodista opositora Yoani Sánchez, directora del diario digital 14ymedio.com que funciona en la ilegalidad en Cuba, informó a EL UNIVERSAL que los siete miembros del núcleo familiar, de apellido Miranda Leyva, «están pidiendo (a Aranguren) que por favor les dé refugio».
Los seis se ubicaron desde el domingo pasado en la mañana en el portal del Obispado, confirmó.
La petición la plantearon «después de haber sido víctima esta familia de un acto de repudio (…) bastante brutal orquestado por una brigada de respuesta rápida (de la seguridad) que incluso provocó destrozos en la casa», el sábado anterior, relató la disidente.
Los Miranda Leyva tienen un abundante historial como opositores cubanos, con huelgas de hambre y diversas manifestaciones callejeras de repudio a lo que califican como dictadura, y ahora se oponen a que dos de sus integrantes, que son menores de edad, sean internados en una escuela de «conducta» del Ministerio del Interior de Cuba.
El grupo de parientes denunció este mes que recibió una notificación para comparecer a una cita policial por el supuesto delito de amenazas y por actos contrarios al «normal desarrollo del menor».
Citada por 14ymedio.com, Ana Iris Miranda, una de las apostadas en la entrada del Obispado, adujo que «si otra vez la dictadura vuelve a dejarnos presos, y pretende enviar a los niños a una cárcel de menores del Ministerio de Interior nos vamos a plantar hasta la muerte en huelga de hambre los seis. Eso será lo que ellos tendrán: seis cadáveres».
El régimen comunista cubano, que acostumbra a definir a los opositores y disidentes como contrarrevolucionarios y mercenarios pagados por el gobierno de Estados Unidos para intentar destrozar a la revolución gobernante desde 1959, seguía sin pronunciarse sobre el caso.
La oposición política en la isla está constitucionalmente prohibida, ya que la única organización legal—y definida como rector de la sociedad—es el Partido Comunista de Cuba.
En declaraciones al periódico el Nuevo Herald, de Miami, Florida, Aranguren lamentó «profundamente» lo sucedido con la familia y aseguró estar haciendo gestiones con las autoridades de Cuba para que los seis retornen a salvo a su vivienda.
Tras explicar que el domingo conversó en dos ocasiones con los Miranda Leyva, el obispo aseveró que «no aceptan o no creen lo que les expreso: que las autoridades me comentan» que «no les va a pasar nada cuando regresen a la casa».
«Ellos temen que los vecinos y otras personas tomen posturas mayores que las del sábado que, según ellos, fueron muy fuertes», reveló.
Imploran. La periodista Sánchez describió que los Miranda Leyva «denuncian que los atacantes querían lincharlos, que quemaron parte de su cocina y no quieren volver a su vivienda».
«Entonces están plantados literalmente» desde el domingo a las 07:00 horas (mismo tiempo del centro de México) y con limitaciones de alimentación, expuso.
«Han encontrado en ese portal un pequeño manto de protección para la barbarie que han vivido en su casa», puntualizó, al detallar que entre los siete hay una persona con discapacidad y un niño y un adulto con problemas de salud.
«Hay un pulso también entre esta familia y el Obispado para obtener este tipo de protección y no quieren regresar a su casa. Dicen que la casa es un lugar donde pueden jugarse la vida precisamente por estas tropas de choque que allanaron su vivienda y, según su reporte, quemaron incluso la cocina. Tuvieron que escapar literalmente por el techo de la casa, por la azotea», contó.