Diputada propone ampliar responsabilidad en encubrimiento de delitos
CIUDAD DE MÉXICO, octubre 15 (EL UNIVERSAL).- Dado que el Código Penal capitalino es benevolente con el delito de encubrimiento, la diputada local de Morena, Isabela Rosales Herrera, propuso que la responsabilidad en todo tipo de delitos ya no proteja a familiares hasta el cuarto grado, «sino que sólo sea hasta el segundo, como hijos, padres, cónyuge o concubina».
Además, en su iniciativa la morenista busca que en el caso de delitos sexuales y feminicidio, «los padres, esposos, hermanos o hijos, que ayuden o protejan al responsable», sean castigados con un periodo de seis meses hasta cinco años de cárcel y multas de 100 a 500 días de salario mínimo vigente.
«Es momento de poner un alto a estas prácticas que sirven para fomentar la normalización de las conductas delictivas. Terminemos con el encubrimiento, que solo genera impunidad. Ya basta de disfrazar la cultura del encubrimiento con amor o amistad.
Dejemos de lado los sentimentalismos a modo, para abrir paso a la imparcialidad en los procesos de impartición de justicia», destacó Rosales Herrera.
Para ello la funcionaria solicita modificar los artículos 320 y 321 del Código Penal capitalino, aunque aclara que no pide incremento a las sentencias condenatorias, sino reducir las personas que encubren al delincuente de cuarto a segundo grado, «así como quitar el tema de relaciones afectivas o amorosas», como lo establece actualmente esa norma.
Además, la legisladora de Morena explicó: «otra de las novedades, es que, en el caso de delitos sexuales y feminicidio, la familia que ayude o sepa de las actividades del feminicida ya no los protege la ley, sino que ahora les impongan de seis meses a cinco años por no haber denunciado o haber ayudado al criminal», señaló.
Acusó que actualmente cualquier persona que haya perpetrado un delito tiene la posibilidad de mantenerse fuera del margen de la ley, mediante el auxilio y apoyo de sus allegados, ya sean familiares o amigos, pues el propio Código Penal protege de encubrimiento a cualquier persona que presuma de una relación estrecha hasta en un cuarto grado.
«Esto ocurre, porque el delincuente recibe asistencia y protección necesaria para ocultarse o, lo más grave, para desaparecer las pruebas delictivas, el producto del ilícito o se abstenga de denunciarlo aún con el pleno conocimiento que ha cometido o comete algún delito», soslayó la morenista.
Este acto «atenta directamente contra la capacidad estatal de garantizar seguridad y justicia, favorece la reincidencia en el delito, crea un circulo de protección al delincuente, donde sus cercanos, ya sean familiares, amigos o parejas sentimentales, se sienten cobijados, pues la Ley los protege de ser cómplices, además de violentar el derecho de la ciudadanía a vivir en un lugar seguro», enfatizó Rosales Herrera.
Insistió que tal circunstancia otorga ventaja proporcionada, de manera deliberada, al infractor, misma que es aprovechada para proteger a quienes deciden atentar contra las normas establecidas y representan un potencial peligro para la sociedad.
«Si bien, las personas cercanas a quien comete delitos pueden no ser cómplices, pero si conocen de sus actos criminales permiten que el o la criminal continúe realizando sus actividades en total impunidad. Lo cual es necesario acabar con esto», insistió la legisladora.