Agentes de la FGJ detectan nueva modalidad gota a gota, con la que los grupos delictivos cobran préstamos a los choferes
Agentes de la fiscalía capitalina han identificado una nueva modalidad delictiva, conocida como gota a gota, que implementan grupos criminales, cuya principal nacionalidad es colombiana.
Se trata de choferes de aplicación a quienes les prestan dinero y luego —como parte del pago— los obligan a “mover” drogas, armas o dinero en efectivo a varios puntos de la Ciudad de México.
De acuerdo con las indagatorias, a quienes se niegan a colaborar, los amenazan de muerte, los hostigan y presionan para que paguen el dinero prestado. Este recurso es producto de la venta de drogas al menudeo y de la extorsión, así como el blanqueo de efectivo de supuestas financieras internacionales.
Con base en las denuncias ya recopiladas por la dependencia investigadora, se establece que los colombianos del gota a gota presuntamente están involucrados en el asesinato de un chofer de aplicación el pasado viernes en la alcaldía de Iztapalapa.
Lo anterior se basa en que familiares de la víctima entregaron un video y diversos documentos en los que el asesinado confesaba que “le debía dinero a los colombianos y que le era imposible pagar”, por lo que se vio en la necesidad de “hacerles distintos favores”.
El incidente más reciente, que a decir de las autoridades está relacionado con la nueva modalidad del gota a gota, ocurrió sobre la calle 61 y avenida 8 de la colonia Santa Cruz Meyehualco de la alcaldía Iztapalapa, donde fue asesinado Fernando Javier, de 40 años de edad, en un vehículo Kia Rio, color gris claro con placas del Estado de México.
La víctima tenía poco más de año y medio trabajando como chofer de aplicación, luego de la pandemia su situación económica pasó por un bache y fue entonces que decidió recurrir a los colombianos para que le prestaran dinero.
Fernando Javier vivía por la zona, incluso denunció que estaba siendo cazado por los colombianos, quienes le prestaron 10 mil pesos y a manera de intereses —luego de negarse a realizar favores— le cobraban mil pesos diarios y así, hasta que en una sola exhibición pagara el total del préstamo.
Según la investigación, la carga se volvió insoportable para el chofer, que a pesar de solicitar ayuda no fue escuchado; sus familiares detallaron que se acercó, pero le dijeron que “nada podían hacer”, pues era un préstamo entre particulares y le recomendaron que mejor pagara para evitar problemas.
Informes policiales señalan que tras cometerse el crimen, tres personas descendieron y tomaron rumbos distintos, de acuerdo con lo que registraron cámaras de seguridad instaladas en esa zona. Al lugar acudieron agentes de investigación y peritos para efectuar las diligencias del caso y retirar el cuerpo al anfiteatro ministerial.