Historias de Radiopasillo
Jorge Puga
Estimados lectores, ¿que tal el cierre de la semana y el inicio del mes de agosto?, sube la temperatura en la política y hay solo un tema que ocupara la mayoría de los espacios en los medios impresos y electrónicos. Una historia que apenas empieza, con la detención del fiscal de Morelos.
Aquí queda claro que al que le hicieron el día en Morelos, fue al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo (Morena), quien sintió que “metió gol” con la detención del fiscal Uriel Carmona Gándara. Pero ya veremos si no le sale el tiro por la culata, por que de que tiene cola que le pisen hay bastante y muy larga.
Se sabe que la rivalidad entre ambos ha sido más fuerte que un América-Chivas, pues el Cuau acusa al fiscal de estar al servicio del exgobernador Graco Ramírez (PRD), mientras don Uriel, ha movido los hilos en el Congreso local para el juicio político contra el exfutbolista y, “como cereza del pastel”, don Uriel acusó el sábado que paso, que el operativo en su contra fue ordenado por Claudia Sheinbaum (Morena) con el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador y que había sido presionado por Adán Augusto López para proteger a don Cuauhtémoc. ¡Vaya vaya que inicio de novela!
De qué tamaño será el tema del fiscal de Morelos, Uriel Carmona, que para cumplir una orden de aprehensión obtenida por la fiscalía de la Ciudad de México intervino hasta la Marina, que además de desplegar vehículos y efectivos para la detención, lo trasladó en uno de sus helicópteros a la capital del país y aterrizó en la Universidad Naval, operativo que ni a los narcos les implementan, a ellos solo abrazos no balazos.
En serio, todo ese operativo simplemente por un presunto encubrimiento del feminicidio en octubre del año pasado, pue si, el caso produjo un encontronazo de don Uriel con la entonces jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Pero además, el hoy detenido tenia carpetas de investigación abiertas contra el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, su hermano y algunos de sus mas cercanos colaboradores, por presuntos nexos con el crimen organizado. Vaya coctel jurídico, político y ahora hasta la marina participa.
Finalmente la mafia del cash logro pegarle al Fiscal, a Graco y al Frente. Uriel Carmona no volverá a la Fiscalía de Morelos, se dice en Morena, porque en los últimos meses la FGR se encargó de armarle un expediente con diversas líneas de investigación.
También se dice que el trasfondo, es un viejo pleito político entre López Obrador y Graco Ramírez, y a su vez éste con Cuauhtémoc Blanco.
La relación entrañable entre los dos primeros por el proyecto común terminó en 2012 al reconocer el perredista el triunfo de Peña Nieto. El ahora presidente se sintió traicionado y lo ha manifestado cada que va a Morelos, donde Graco Ramírez mantiene cierto poder en el Congreso con personajes infiltrados en Morena, y hasta el viernes en la Fiscalía con Carmona. Por eso el golpe es un claro machetazo a quien se volvió su enemigo político que busca influir en las elecciones de 2024.
Por otra parte, la detención del Fiscal de Morelos, Uriel Carmona, muestra que Claudia Sheinbaum nunca soltó el caso del feminicidio de Ariadna Fernanda, cometido en 2022.
¿Sera que cree que esa causa le rendiría apoyo en la encuesta para seleccionar al candidato de la 4T.? Tal vez, de hecho, en la 4T celebran abiertamente la aprehensión porque, dicen, la coordinación entre autoridades de la CDMX, federales y de Morelos, fue histórica.
Pero hagamos una pausa y retrocedamos unos años para poder analizar si la verdadera causa de su detención no es otra cosa que la protección de la 4T al gobernador de Morelos y su relación con el narco.
El Cuau llego a Morelos con la promesa de combatir la corrupción de la clase política —de la que él no se creía parte—, una campaña centrada principalmente en su predecesor, Graco Ramírez, en una supuesta alianza con AMLO.
Con esa propuesta, el activista Gerardo Becerra se sumó a la Administración como una especie de asesor anticorrupción. Al poco tiempo, Becerra renunció “por congruencia”, cuenta el mismo en una entrevista concedida al Periódico El País . “No tenía malas intenciones cuando llegó, pero con el tiempo me di cuenta de que adolecía de los mismos males que Graco”, dice.
Ya fuera del Ejecutivo, el exasesor presentó 12 denuncias contra el gobernador por actos de corrupción, que van de irregularidades en la contratación de helicópteros a los desayunos escolares. “Pagan un sobreprecio terrible”, agrego.
Además de las acusaciones de corrupción, antiguos funcionarios del Ejecutivo estatal aseguran que hay “evidencias contundentes” de los vínculos entre su Gobierno y el crimen organizado. Dicen que Blanco no conocía la entidad y le abrió la puerta a los primeros que se le acercaron, entre ellos, grupos del narco. “Ahora el crimen le da dinero, y así avanza la alianza”, dicen.
La relación entre el gobernador y agrupaciones criminales ha quedado registrada no solo en la prensa, sino también en los archivos de inteligencia de organismos federales. Entre los millones de documentos filtrados por Guacamaya Leaks, de la Secretaría de la Defensa (Sedena), se encontró un seguimiento a Blanco. Lo que preocupaba al Ejército era la conexión con el cartel Comando Tlahuica, conocido por su presunta participación en el asesinato del activista Samir Flores. La revista Proceso documentó a partir de los papeles de la Sedena una serie de nexos entre el gobernador y varios grupos delincuenciales, incluido el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Guerreros Unidos. La Sedena documentó una relación puntual a través del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca, cuyo control lo tomó el Comando Tlahuica después de un supuesto acuerdo político, señalan los documentos.
“Es un secreto a voces que desde que asumió Blanco el gobierno, empezaron a suceder cosas raras con ese sistema”, dice Becerra, “no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que hubo un pacto con el gobernador”. Esas cosas raras, explica, son tres asesinatos de gente relacionada con el sistema de agua.
Más allá de las especulaciones, lo que hundió la credibilidad del gobernador fue la difusión de una foto en la que se le ve abrazado con presuntos lideres del narco de la región, publicada en enero de este año por El Sol de Cuernavaca. Blanco intentó justificar la imagen diciendo que mucha gente le pedía fotografías por su fama, y él no preguntaba quiénes eran.
La vaga explicación que dio de la foto, que databa, según el diario, de principios de 2019, se entremezcló en octubre de ese año con la sospechosa muerte en un motín de un penal en Morelos de Raymundo Isidro Castro, alias El Ray, presunto cabecilla del CJNG en la zona, que también aparecía retratado junto al gobernador.
Acorralado por las acusaciones e investigaciones judiciales en su contra, por la Fiscalía de Morelos y Anticorrupción de esa entidad, misma que solicito permiso al Congreso local para procesar al mandatario por delitos de enriquecimiento ilícito, fraude procesal y ejercicio indebido, AMLO salió al rescate ante tales acusaciones, durante la clásica conferencia mañanera, López Obrador argumentó que Blanco ha hecho un buen trabajo en el rubro de la seguridad pública y que es víctima de un fiscal cobijado por el Poder Judicial y nuevamente, recurrió al lugar común que lo caracteriza al asegurar que él «tiene otros datos».
El vicefiscal Edgar Núñez explico en ese entonces: “Hemos venido a presentar tres solicitudes de formación de causa, relacionadas con tres denuncias presentadas ante la Fiscalía, relacionadas con el gobernador”. Con solicitudes de causa, Nuñez se refería a procedimientos parecidos al desafuero, quitar la protección institucional de que gozan los cargos de elección popular o altos funcionarios. El vicefiscal añadió: “Las denuncias fueron presentadas por personas particulares. Están involucrados más funcionarios”.
La solicitud de la Fiscalía Anticorrupción nació de tres denuncias presentadas por el abogado Enrique Paredes, presidente del Colegio de Abogados de Morelos, y Gerardo Becerra, asesor del gobernador en sus años de presidente municipal de Cuernavaca, la capital. Hay que recordar que Blanco fue alcalde de la ciudad de 2015 a 2018.
La denuncia más grave apunta al presunto enriquecimiento ilícito del gobernador y su equipo, integrado por sus medios hermanos Ulises y Ricardo Bravo, su primo Edgar Riou y su amigo Jaime Tamayo. En el escrito, los denunciantes incorporan decenas de presuntas transferencias, ingresos y cheques cobrados por parte de alguno de los personajes mencionados arriba, supuestamente para acabar beneficiando a Blanco. “Los sujetos presentaron una serie de operaciones que se consideran injustificadas, mismas que tienen un alto grado de probabilidad de que provengan de alguna fuente ilícita, ya que no concuerdan con sus ingresos ni con la relación que tienen con sus receptores o depositantes”, se lee en el escrito.
Y la telenovela siguió con que Cuauhtémoc Blanco presento una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) por la presunta campaña de desprestigio que un grupo de “narcopolíticos” habría iniciado en su contra. Claramente el Cuau se refería en realidad al propio fiscal Carmona, al titular de la unidad anticorrupción de la dependencia, Juan Salazar, a diputados locales y presidentes municipales y también, indirectamente, al exgobernador Graco Ramírez.
Por lo pronto el Cuau se ha refugiado de nueva cuenta en su mayor aliado. López Obrador, que ha salido durante todo este año al rescate del titular del Ejecutivo de Morelos. Recientemente, el presidente criticó abiertamente a Proceso por “tomar partido” en contra de Blanco. En otras ocasiones, cuando se le ha criticado por su relación con criminales, el presidente ha acusado a varios grupos de hacer “politiquería” contra el gobernador.
Tambien Claudia Sheinbaum, ex jefa de Gobierno de Ciudad de México, cargó públicamente contra el fiscal de Morelos, uno de los enemigos más fuertes de Blanco. Pero mientras Morena le apapacha, la imagen de Blanco se ha desplomado en su entidad en los últimos cuatro años, asi lo afirma Francisco Abundis, director de la encuestadora Parametría. “Fue un candidato muy popular por su historial deportivo”, comentó en una entrevista, “pero en el ejercicio, su imagen fue muy perjudicada y su capital político está muy mermado”.
Uno de los puntos que dañaron la percepción fue que pasara más tiempo en viajes al extranjero y en la Ciudad de México que en el Estado que gobierna. Otro de los factores, quizás el más contundente, comenta Abundis, es el alza en los niveles de inseguridad que sufrió Morelos durante su gestión. En la última década, la tasa de homicidios en esa entidad se duplicó, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística. Y la corrupción en Morelos ya tiene hasta otras aristas, como es el reciente caso de lo ocurrido en Huitzilac donde la detención de Luis Alberto “N”, ubicado por las autoridades como “El Diablo”, por su presunta participación en el secuestro y asesinato de 3 personas y una jueza lo dejó en libertad a pesar de las evidencias que fueron presentadas por la Fiscalía de Morelos.
La violencia e inseguridad que se vive en Huitzilac es preocupante y se ha propiciado por la corrupción que impera en las instituciones, como ocurre en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Morelos, sostuvo Ramón Castro Castro, secretario del Episcopado Mexicano.
Ya veremos esta semana como se desarrolla la telenovela dado que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó hace poco que el fiscal no podía ser procesado por ningún delito porque cuenta con fuero constitucional.
Ante la ausencia de Carmona, por lo pronto el Congreso del Estado nombro a Carlos Andrés Montes Tello, quien se desempeña como fiscal regional de la Zona Metropolitana y ahora sustituirá al titular del Organismo Constitucionalmente Autónomo, mientras el fiscal de Morelos. Y por lo pronto Uriel Carmona Gándara, fue vinculado a proceso y se le dictó prisión preventiva justificada por un juez del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
La medida se tomó en el marco de la investigación por obstruir la procuración y administración de justicia en el caso del feminicidio de Ariadna Fernanda López. El juez rechazó el amparo otorgado por otro juzgado, que buscaba proteger al funcionario de cualquier acto privativo de la libertad. Tras una audiencia que duró más de 14 horas, Carmona fue trasladado de vuelta al Reclusorio Sur. La audiencia judicial se extendió por más de 14 horas. Hacía la 1:30 horas de este domingo, el impartidor de justicia fijó un plazo de 30 días para la investigación y citó la próxima audiencia para el 7 de septiembre.
Ante el argumento del abogado de Carmona Gándara, en el sentido de que la detención de su defendido fue ilegal porque lo protege el fuero, el vocero de la Fiscalía capitalina Ulises Lara López, afirmó que «la inmunidad procesal es para los delitos de orden federal. No aplica en los del fuero común, como es el caso del feminicidio y eso lo reconoce la Constitución del estado de Morelos”.
Bueno estimados lectores hasta aquí dejaremos esta complicada historia y veamos en esta semana como se desarrolla el asunto, pero no sin antes comentarles una duda que me surge frente a este caso.
¿Sera que el presidente no sabe que los estados de Morelos, junto con Guerrero, Zacatecas, Michoacán y Sonora son los principales focos rojos en el tablero nacional de la violencia descontrolada?… y tal vez seria interesante que el ejercito continuara con sus investigaciones y llegar al fondo de estas, para dejar al descubierto las redes y alianzas con el crimen organizado. ¿Que raro, no creen?, pues en todos los reportes oficiales los números no favorecen a Morena. Tres de cada 10 homicidios dolosos que ocurren en México se registran en entidades gobernadas por algún político morenista.