ANÁLISIS

Tomás Flores Rosales 

• Seguridad frente al flagelo de la delincuencia organizada , más allá del simple ritual del relevo de gobernador mexiquense.
• Rodrigo Sigfrid Martínez-Celis Wogau y José Luis Cervantes Martínez , su permanencia, su salida.
• Secretaria o secretario de Gobierno , el cargo más vulnerable. 

Como ya se ha analizado aquí , la llamada transición entre Alfredo Del Mazo Maza y Delfina Gómez Álvarez,  en la víspera apenas de que le sea ungida , la morenista , como gobernadora constitucional , no representa únicamente la simple fotografía con la presencia del presidente de la República en el congreso local , es un asunto de mayor fondo que la maestra debe empezar a dilucidar .

    Y es que si bien en el entorno de la administración pública destacan muebles , oficinas , edificios , vehículos y 16 secretarías que integran el gabinete del gobernador o gobernadora en turno , eso no es el poder ni representa la influencia de las y los que acompañarán a Delfina Gómez Álvarez a administrar un Plan de Desarrollo que seguramente ya estará prácticamente diseñado con sus metas y objetivos por parte de los morenistas .

   Existen otros escenarios más sensibles en donde la nueva gobernadora apenas tendrá tiempo de asimilarlos , aprender de ellos a toda velocidad y sobre la marcha a fin de dominar tres coyunturas :

    1.- Las reglas que imperan entre grupos de la delincuencia organizada que operan en territorio mexiquense .

    2.- Mantener bajo control su actuación , y

    3.- Garantizar la normalidad de ese flagelo .

   Es decir , en referencia a éste último punto tres , que las y los millones de mexiquenses con el arribo de la nueva gobernadora no vean alterado el estatus de normalidad que han cultivado ellos mismos hasta ahora tras la presencia de grupos delictivos de alto impacto en diferentes regiones de la entidad .

    Por eso los relevos o permanencias, como ya se había plantado en esta columna, de Rodrigo Sigfrid Martínez-Celis Wogau y de José Luis Cervantes Martínez , titulares de seguridad pública y fiscal general , respectivamente, deberán sugerirse bajo estricta reflexión , incluso sin que la autoridad de Delfina Gómez Álvarez al respecto se devalúe en extremo , pues debe ser la nueva mandataria con toda su investidura quien garantice la tranquilidad de más de 17 millones de mexiquenses , aún cuando debe aclararse que en el caso del fiscal su nombramiento es transexenal y la institución que representa es autónoma , pero aún así en el entorno transicional existen fuerzas poderosas capaces de mover hasta lo inamovible.

 Y todo esto aderezado con la o el que ocupará la Secretaría General de Gobierno , cargo que obliga a sus titular convertirse en responsable de la política interna del gobierno en turno , por lo que constitucionalmente  quien aspire al puesto tiene requisitos que cumplir y uno de ellos es estar libre de sospechas inapropiadas extremas .