Una IA es nombrada líder de una empresa de desarrollo: el resultado es que produce software en 7 minutos por un euro
Conforme avanza el desarrollo de las Inteligencias Artificiales (IA), también avanza el miedo de que miles de trabajos sean remplazados por sistemas automatizados. Esto ya ha ocurrido en diversos gremios, y de acuerdo con los resultados de recientes estudios, parece que la pesadilla por fin alcanzó a los desarrolladores de software.
Científicos de la Universidad de Brown en Providence, RI., concluyeron que ChatGPT en su modelo 3.5 tiene la capacidad de desarrollar software sin necesidad de recibir entrenamiento, lo que la hace capaz de gestionar una empresa de desarrollo casi sin intervención humana.
Una “entrevista para la vacante de gerente” a ChatGPT
Para las investigaciones, los científicos crearon ChatDev, una empresa virtual de desarrollo sobre la cual trabajaría la IA. Para darle un acercamiento más realista, la empresa fue dividida en cuatro partes: diseño, codificación, pruebas y documentación.
Se asignaron funciones de acuerdo con cada etapa y cada puesto, con una instrucción en común: las IA deberían reportar periódicamente en qué estaban trabajando. De esta manera se logró una comunicación entre los “empleados” de las diferentes áreas. Mientras un grupo de IA se dedicaba al diseño, el otro usaba la información reportada para avanzar en el apartado de codificación.
Con esta cadena en marcha, la intervención humana fue mínima, pues solo era necesario hacer precisiones sobre el lenguaje a usar. Al realizar solicitudes concretas, las IAs respondieron de manera ágil y organizada. En uno de los ejercicios se les pidió diseñar un juego de mesa conocido como Gomoku, una versión japonesa del “tres en línea” o “juego del gato”.
En solo siete minutos se terminó el proceso, no sin antes dejar atrás una extensa línea de chat interno entre los diferentes “trabajadores de cada área”. La IA líder, por ejemplo, pedía a las encargadas de diseño tareas como “una bonita interfaz gráfica de usuario”.
Luego de 70 pruebas similares se analizaron los resultados: el 86.66% de los softwares que las IA desarrollaron pudieron ser ejecutados con éxito, y con una mínima inversión, cerca de un euro por tarea al hacer la conversión.
«Nuestros resultados experimentales demuestran la eficacia y rentabilidad del proceso automatizado de desarrollo de software impulsado por ChatDev”, se lee en el estudio.
Meses atrás, investigadores de la Universidad de Standford, CA., hicieron otro experimento para medir la comunicación interna entre IAs al colocarlas en un ambiente controlado: se diseñaron 25 avatares para una ciudad virtual y se les permitió interactuar.
Los resultados también fueron abrumadores, pues los avatares lograron una sociedad organizada en poco tiempo, desde elección de presidente, organización de festividades como San Valentín, y también realizaron un horario de actividades. Todo sin una sola interacción humana. Este estudio sirvió como precedente para entender mejor en qué nivel la IA imita el comportamiento humano.
Pese a los resultados de ambos estudios, los investigadores detectaron importantes limitaciones: hay sesgos en los modelos lingüísticos que entorpecen la comunicación interna entre las IAs, lo que inevitablemente conduce a errores en los resultados finales.
La intención es usar estas investigaciones como herramientas de apoyo para los desarrolladores de software, pero muchos especulan y temen ser remplazados una vez que las IAs alcancen un nivel de precisión igual o superior al de los humanos, tal como parece estar ocurriendo en otras disciplinas.