Los Ángeles será bombardeada con 2 millones de moscas de fruta: el plan es aniquilar a las moscas de fruta en la ciudad (sí, leíste bien)
Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, o al menos eso suelen decir en algunos lugares. Aunque no en Los Ángeles, por más que tengan planeado liberar 2 millones de moscas de fruta sobre su región y es que pese a lo descabellado que suena el plan, su propósito es erradicar a la población de estos insectos.
Sí, es raro, y no, no se trata de un plan teórico, es algo que se llevará a cabo tan pronto los preparativos estén listos. Se trata de una jugada que pone en juego unos 31,000 millones de pesos anuales. Pero, ¿cuál es el motivo?
Combatir fuego con fuego
Según reportes de Los Angeles Times, se habla de que la campaña soltará aproximadamente 250,000 moscas de fruta por cada milla cuadrada (2.58 km cuadrados) del condado de Los Ángeles. La cadena CBS precisa que el Departamento de Alimentación y Agricultura de California (CDFA) tiene en sus planes poner en libertad a 2.25 millones de insectos.
La mosca de fruta, conocida entre los entomólogos como Ceratitis capitata y un poco más coloquialmente como moscamed o medfly, ha sido un dolor de cabeza para Los Ángeles desde hace unas décadas. Actualmente, se prevé que de no controlarse su invasión, podrían causar catastróficos estragos para los cultivos de la zona. Es ahí en donde entra el «auto bombardeo» de estos insectos a Los Ángeles, pues esos más de 2 millones de moscas son ejemplares macho infértiles.
Zona de cuarentena en Los Ángeles tras encontrar dos moscas de fruta del Mediterráneo en Leimert Park.
Cada una de estas moscas infértiles están pintadas para ser reconocidas con un tinte que solo es visible al mirarse con luz ultravioleta. Fueron criados en una base militar en Los Alamitos y su propósito es sobre poblar a las moscas de fruta de machos de laboratorio para así poco a poco reducir su reproducción. La estrategia es que haya tantos machos estériles que aquellos machos que sí puedan reproducirse tengan menor probabilidad de encontrar una hembra a la cual fecundar.
A este tipo de medida de control de población se le conoce como «TIE» o «Técnica de Insectos Estériles». Este plan se puso en marcha tras poner en cuarentena a 179 kilómetros cuadrados del condado después de que se encontraran dos moscas de fruta del Mediterráneo en la casa de una persona en Leimert Park, un vecindario del sur de Los Ángeles.
Una vieja conocida
La medfly es sin duda un problema para esta región de California que ya desde antes del incidente en Leimert Park habían puesto en cuarentena otras regiones cercanas por la misma razón. Tras el hallazgo de los dos ejemplares del Mediterráneo, se instó a la población dentro de la zona a retirar la fruta y tirarla usando doble bolsa.
Según Ken Pellman, vocero de la oficina de agricultura del condado de Los Ángeles, la premisa es «mejor prevenir que curar«. Puede que las moscas de fruta no sean particularmente grandes, pero son lo suficientemente peligrosas como para poner en riesgo la economía local y hacer que se recurran a planes como el «TIE». Los especialistas planean liberar machos estériles cada tres o cuatro días a lo largo de dos ciclos de vida de las moscas de la fruta, los cuales suelen extenderse de cuatro a seis meses.
La mosca de fruta puede depositar sus huevos dentro de más de 250 tipos de frutas y vegetales. Esto provoca que las cosechas terminen pudriéndose gracias a la eclosión que se lleva dentro de los alimentos. Según los cálculos de la CDFA, publicados por Independent, se asegura que de salirse de control esta población, los gastos podrían ascender a los 1,800 millones de dólares (31,000 millones de pesos) anuales.
California y Los Ángeles tienen su historia con la medfly desde los años 80’s, cuando alcanzaron una población tan grande que el gobernador de aquella época, Jerry Brown, tuvo que impulsar una campaña para su combate. En aquel entonces se impulsó el uso de insecticidas, que funcionó por unos años hasta que finales de la misma década la mosca volviera a campar a sus anchas.
La necesidad es preservar la integridad de los cultivos y salvaguardar la salud de los ecosistemas locales. Adoptar medidas extravagantes, como bombardear a tu ciudad con machos estériles, forja una barrera efectiva contra las plagas que asegura cierta estabilidad. Por lo tanto, al final no parece tan descabellado el plan.
