Padre pide justicia para su hija Joali de 12 años
Fergie Joali tenía 12 años cuando, presuntamente, su hermanastro la asesinó el 29 de marzo del 2023, en su propia casa, en el municipio de Chalco, pero, aunque había pruebas en su contra, el inculpado fue liberado el 8 de noviembre del penal estatal de Huitzilzingo, ubicado en Chalco.
Jorge Rosas, padre de la menor, explicó que Humberto Arnoldo, de 28 años, hijo de su pareja, quien era madre de la pequeña, fue deportado en el mes de diciembre del 2022 de Estados Unidos, donde estuvo en la cárcel por intento de homicidio en contra de su expareja.
«Mi hija se ponía muy nerviosa cuando él se acercaba»
Con reservas aceptó que el joven viviera en su casa, ubicada en la colonia Unión de Guadalupe, en el municipio de Chalco.
«Nosotros empezamos a notar que mi hija se ponía muy nerviosa cuando él se le acercaba. Yo notaba que hablaba muy bajito con ella entonces nunca nos percatamos si la amenazaba. Yo le decía, oye te dice algo o por qué te pones de malas, por qué te pones nerviosa, y ella me decía no, pero notábamos un cambio, también por eso procurábamos no dejarla sola con él», contó.
El día del asesinato de Fergie Joali, la familia dedicada al comercio se dirigió a un tianguis cercano a su casa para vender su mercancía, mientras la menor se encontraba en la escuela. Del centro educativo donde la menor cursaba el primer año de secundaria les hablaron para que fuera alguien de la familia a apoyarlos en los cuidados de los alumnos del plantel.
«Es por eso que mi pareja manda a su hijo y ahí menciona que mi hija se siente mal por lo que avisa que se va a llevar a la niña a la casa», narró.
«Cuando llegan a mi casa se encuentran con mi otro hijo, pero este sujeto le dice que se vaya a ayudarnos a quitar el puesto, a lo que mi hijo Carlos le responde que vayan juntos, pero Humberto se justifica diciéndole que Joali se siente mal y que la va a cuidar por lo que Carlos accede y deja sola a mi hija», recordó.
«Ayudó» a la menor a morirse
En menos de 20 minutos, la familia regresó a su casa y al ingresar buscaron a Joali, que no respondió a los llamados que hacían su madre y hermano.
«Cuando llegamos, mi hijo y mi esposa subieron hablándole a mi hija y no les contestó y yo vi que abrieron la puerta y mi hijo pega un grito que nunca se me va a olvidar, es cuando subo y encuentro a mi hija con un cuchillo en el pecho, y Humberto había desaparecido, lo único que recuerdo es que salí para pedir ayuda a una patrulla».
Minutos después la casa de Joali se llenó de policías y familiares, fue en ese momento que apareció Humberto que fue detenido por su presunta responsabilidad en el homicidio de la menor.
«Lo entrevistaron y un comandante, nos dijo ya se declaró culpable y dice que nada más le ayudó a la niña porque la niña quería morirse», contó.
Humberto fue llevado al penal de Huitzilzingo, pero para sorpresa de la familia de Joali sólo fue acusado por daños contra la salud, no por el homicidio y posteriormente, en un proceso que para el padre de la pequeña estuvo plagado de irregularidades, fue absuelto.
La familia denunció que nunca se integró a la carpeta de investigación todas las pruebas recabadas por los peritos de la fiscalía y las declaraciones del inculpado en las que admitió ser el culpable del asesinato.
La niña tenía heridas en el cuello producidas con un arma punzo cortante, por lo que la degolló, además de que tenía golpes en varias partes del cuerpo, su padre tiene la certeza de que Humberto quiso abusar de su hija y ella se resistió, la agredió con los puños para luego atacarla con un cuchillo.
Abogados del hermanastro se llevaban bien con los jueces
«Nosotros estuvimos en shock varias semanas y no nos percatamos del proceso que se llevaba, ya cuando nos presentamos, nuestro abogado de oficio nos decía que todo iba muy bien y nosotros pues confiamos en lo que los decían».
«También notamos que los abogados privados que defendieron a Humberto, que fueron contratados por sus tíos, pues veíamos que había mucha confianza con la jueza. No se tomó en cuenta que los zapatos, los pantalones que tenían sangre, al final nos dijo la jueza que no había garantía de que esas prendas fueran de Humberto».
Con el poco dinero que ha logrado reunir, el padre de Joali, ahora pretende impugnar la resolución del juez que dejó en libertad al presunto asesino de la menor.
«Nosotros no queremos que vuelva a lastimar a otra persona, sólo queremos justicia para nuestra pequeña. Era una niña de casa, ella andaba todo el tiempo con nosotros. Me apoyaba mucho en mi enfermedad y me checaba mi presión. Era muy juguetona, era muy alegre, quería estudiar criminología, los que dibujan a los criminales, ella tenía mucho eso de tener una frase: Que tus sueños nadie te los interrumpa», recordó entre lágrimas su padre.