ANÁLISIS
Tomás Flores Rosales
• Delfina, en la recta de los 90 días al frente del Gobierno.
• Romper paradigmas , su urgencia .
• Convertir el Palacio Estatal en sede de una administración de mujeres.
• Con ello sacudir la sombra del machismo político que la agobia desde el 15 de septiembre pasado.
Inicia hoy la recta de los 90 días en la titularidad del poder Ejecutivo mexiquense , Delfina Gómez Álvarez y, a decir verdad , pocos cambios ha proyectado la maestra respecto al oficio de gobernar una de la entidades federativas más politizadas del país , quizá por esto último se le exige más en la medida de que el sexenio tritura los días , semanas y meses .
Tal vez la novedad más notable a la vista de los mexiquenses estriba en que su secretario, Horacio Duarte Olivares, no la deja ni a luz ni a sombra, como solían divulgar los clásicos en la cultura, en la sociedad y en la política de la Edad Media, arrojando esta peculiaridad cuchicheos a manera de interrogantes:
¿ Por qué Delfina Gómez Álvarez no se arropa mejor en una o dos colaboradoras de su género ?
¿ Por qué sus allegados son varones ?
Agréguese a Higinio Martínez Miranda quien no pudo acomodarse al lado del Secretario de Gobierno, Horacio Duarte Olivares, para asistir, desde los puntos de vista político y administrativo, a la ex alcaldesa de Texcoco, por lo que prefirió abandonar la plaza, decisión que en el mediano plazo podría trastocar a la gobernadora que se coloca al frente de un gran aparato administrativo sin contexto ideológico.
Es decir, convertida en una mandataria, ni de derecha, ni de izquierda, visos ideológicos, ambos, que casi a diario pronuncia el Presidente Andrés Manuel López Obrador, político que es inspiración para Delfina Gómez Álvarez pero que difícilmente la maestra podría hilvanar un discurso que anuncie la venida de un nuevo régimen para el Estado de México.
Pocas y pocos podrán discernir argumentos en contrario respecto a que los 90 días de la recta que inicia hoy, con el nuevo mes, son incipientes para fundamentar el éxito o fracaso de un gobierno como el mexiquense independientemente de quien lo encabece, pero finalmente, la administración Delfinista , debería enviar destellos más cargados de esperanza aún cuando tampoco hay duda que lo está intentando pero con magros resultados .
El empoderamiento de Delfina Gómez Álvarez requiere de más de 90 días en la titularidad del Ejecutivo estatal para su consolidación.
Posiblemente en menos de diez meses – que en política se reducen en demasía – cuando su mentor , Andrés Manuel López Obrador, abandone para siempre Palacio Nacional , la gobernadora mexiquense podría liberarse o caso contrario debilitarse , disyuntiva que la ex titular de la SEP debe valorar en extremo para que no sea avasallada por los poderes fácticos que aún pululan en tierras mexiquenses y que no dudaría por un segundo intentar recuperar sus fueros ya sin el tabasqueño hospedado en en la sede del Ejecutivo federal .
Procurar un auténtico Gobierno conformado por mujeres entrado el primer minuto del 2024 – dentro de 60 días – podría ser la gran coyuntura que le falta a Delfina Gómez Álvarez, romper paradigmas para tomar el enorme poder que otorga la gubernatura del Estado de México y hacer suyo el principio de que “el poder se ejerce, no se comparte”.
Una de sus sombras – interprétese como metáfora – probará suerte en la reelección del Senado de la República, alejado de Palacio de Gobierno Estatal, lo que podría significarle ventaja a Delfina Gómez Álvarez, por lo que ya no le sería tan complicada una segunda acción de desmarque de su otra sombra y así idear en libertad el círculo de mujeres – con ella misma al centro – para gobernar tierras mexiquenses, lo que impactaría a todo lo largo y a todo lo ancho de la entidad y sorprendería.