Tomás Flores Rosales
• Los mismos periodistas y los mismos medios de comunicación que ungieron a Andrés Manuel López Obrador durante su etapa opositora, serán los mismos periodistas y los mismos medios de comunicación que lo quitarán de su poder meta constitucional en breve , en menos de 11 meses .
Los mismos periodistas y los mismos medios de comunicación que ungieron a Andrés Manuel López Obrador durante sus más de 20 años de campaña por todo el país para alcanzar la Presencia de la República , serán los mismos periodistas y los mismos medios de comunicación que derrumbarán el poder del tabasqueño en breve .
Y es que Andrés Manuel López Obrador , quizá sin percatarse, está padeciendo el síndrome de final del poder presidencial que en México es “meta constitucional” del cual el jefe del Ejecutivo federal ha abusado en ciertos momentos en sus llamadas “mañaneras”, conferencias de prensa a modo que ideó el mandatario para fijar la diaria agenda de su administración sexenal .
De manera contraproducente , Andrés Manuel López Obrador , intenta aminorar la influencia de periodistas y empresas de comunicación calculando , de manera equivocada , que con sus simples dichos , frases, denuncias, argumentos y ocurrencias , pocas veces documentadas o con pruebas no suficientes, desvanece o adelgaza la influencia que tiene la prensa en México .
Cada día que transcurre del sexenio presidencial, periodistas denostados en las “mañaneras”, tienen más seguidores en las redes sociales y expresiones de solidaridad a su favor , cada mes sexenal que avanza , las cadenas de radio , prensa y televisión se adecuan a la nueva realidad comercial y empresarial , pero ninguna ha perdido una sola pluma de su gallo en la trifulca inventada por Andrés Manuel López Obrador para tratar de disminuir en vano la fuerza mediática tradicional y digital en el país .
Esa misma prensa que atosigó por dos largas décadas consecutivas al monolítico poder priista al que le exigió espacios para la entonces oposición encabezada por Andrés Manuel López Obrador hasta lograr que el talante del tabasqueño , ex priista en su tierra natal , penetrara en la reflexión crítica de millones de mexicanos que lo adoptaron -gracias al apoyo mediático y de periodistas incisivos- como el icono opositor que habría de derrotar al poder único preestablecido por décadas consecutivas en la nación .
No se descarta que en el gremio de las y los periodistas y de empresarios dueños de los medios de comunicación se haya anidado la corrupción, flagelo evidente entre periodistas bien identificados y empresarios bien focalizados , pero eso no implica que el Presidente de la República tenga la razón y menos el derecho de atentar contra una ala de la democracia en México que representa la prensa , unida históricamente al movimiento de auténtica transformación nacional mediante la defensa cotidiana de la libertad de expresión .
Por eso los agrios señalamientos de Andrés Manuel López Obrador en las “mañaneras” y fuera de ellas dirigidos a Carlos Loret de Mola , Carmen Aristegui y Ciro Gómez Leyva , por mencionar solo a tres periodistas , no tienen razón de ser desde el momento en que se emiten a través de la tribuna presidencial que no le pertenece a López Obrador , es de todos los mexicanos y mexicanas , quizá desde su investidura de servidor público por medio de su vocería o de la oficina de Comunicación Social la crítica orquestada le podría significar mejores dividendos al mandatario que hacerlo usando el púlpito presidencial de manera recurrente, porque la labor de las y los periodistas frente al poder es de fondo y no de forma , es permanente , el presidente ya se va y su fuerza está por diluirse .
Son tan relevantes e importantes en México la prensa y los auténticos periodistas que el mismo Andrés Manuel López Obrador emula todos los días y a todas horas desde su gobierno dictar una conferencia de prensa para divulgar lo que se le ocurra .
Luego entonces los periodistas y medios de comunicación que ungieron a Andrés Manuel López Obrador en sus momentos de opositor , serán los mismos periodistas y medios de comunicación que lo derribarán de su pedestal meta constitucional en breve .
Con ciertos temores inconfesables, el Presidente empieza a percibir su decadencia .