Mientras Elon Musk las llama «montón de basura», GM y Honda ya producen pilas de hidrógeno: una alternativa a los autos eléctricos
A través de una alianza que formaron, General Motors (GM) y Honda ya comenzaron a producir pilas de combustible de hidrógeno, una alternativa a los vehículos eléctricos pero que también son cero emisiones.
Las pilas de combustible de hidrógeno podrían ser la solución cero emisiones para generadores, camiones pesados, semirremolques y equipos de construcción, los cuales utilizan diésel.
Fuel Cell System Manufacturing es la empresa creada entre estas automotrices y comenzaron la producción en una instalación de 85 millones de dólares ubicada en Detroit, Estados Unidos. Los fabricantes consideran que la fabricación a «gran escala» de esta compañía conjunta es la primera de su tipo en Estados Unidos.
Se espera que el sistema se introduzca en los vehículos Honda este mismo año, comenzando en un nuevo crossover basado en la CR-V; mientras que GM lo aplicaría en centrales eléctricas de respaldo y camiones grandes.
Qué es una pila de combustible de hidrógeno
Una pila de combustible de hidrógeno funciona de forma muy parecida a las baterías eléctricas, con la diferencia de que utiliza la energía química del hidrógeno para producir electricidad. Es una forma limpia de energía siendo la electricidad, el calor y el agua los únicos productos y subproductos.
Los autos de pila de hidrógeno se recargan a través de una boquilla, casi tan rápido como los vehículos tradicionales de gasolina y diésel, pero con vapor de agua como único subproducto.
Las pilas de combustible ofrecen una variedad de aplicaciones, desde transporte hasta energía de respaldo de emergencia, y pueden alimentar sistemas tan grandes como una planta de energía o tan pequeños como una computadora portátil.
Y, dado que sólo emiten agua, no se liberan emisiones de dióxido de carbono ni otros contaminantes a la atmósfera, además de que son silenciosas durante el funcionamiento, ya que tienen menos piezas móviles que las tecnologías de combustión interna.
Sin embargo, al igual que los autos eléctricos, los vehículos de celdas de hidrógeno se afrontan a diversos desafíos: la aceptación del consumidor, la infraestructura de combustible y el costo.
Otro importante reto es que el contenido de energía del hidrógeno por volumen es bajo, lo que hace que almacenarlo sea un desafío porque requiere altas presiones, bajas temperaturas o procesos químicos para almacenarlo de forma compacta.
Esos desafíos son la razón por la que algunos críticos dudan de su potencial en el mercado automotriz, de hecho, el mismo Elon Musk ha criticado las pilas de combustible de hidrógeno y las ha llamado «celdas tontas», «montón de basura» y «abrumadoramente estúpidas».