Estados Unidos quiere presumir a China su músculo tecnológico de la forma más burda: con cinco portaaviones en el Océano Pacífico
La tensión entre Estados Unidos y China ha sido tema de conversación en los últimos meses. Si bien los reflectores se habían centrado en la lucha comercial y tecnológica entre ambas potencias durante años, ahora la situación toma un giro más beligerante pues es muy probable que Estados Unidos despliegue casi la mitad de su fuerza naval de portaaviones en las cercanías de China y Corea del Norte, según informes.
Esta demostración tendría como objetivo enviar un mensaje claro: la potencia norteamericana continúa vigilando la zona del Indo-Pacífico, a pesar de los conflictos en Ucrania y Medio Oriente.
Una demostración de fuerza
Se espera que a los tres portaaviones que ya operan en aguas del Pacífico occidental se sumen otros dos, completando así una fuerza de cinco grupos de ataque naval. Según los informes, se observó al USS Abraham Lincoln (USS AL) zarpar de San Diego. De manera similar, se espera que el USS George Washington (USS GW) releve al USS Ronald Reagan (USS RR), que actualmente se encuentra en Yokosuka, Japón.
El USS George Washington fue el primer portaaviones propulsado por energía nuclear que prestó servicio en las costas japonesas de 2008 a 2015, cuando el USS RR tomó su lugar para reabastecerse de combustible nuclear y ser modernizado. Desde entonces, el USS RR ha sido el principal grupo naval en las cercanías de Japón.
Además, durante enero del presente año, los grupos del USS Theodore Roosevelt (USS TR) y el USS Carl Vinson (USS CV) participaron en una práctica a gran escala cerca del Mar de Filipinas. Esta operación fue reportada como parte de un programa para fortalecer las operaciones marítimas de combate.
En palabras del contralmirante Christopher Alexander, comandante del USS Theodore Roosevelt, este tipo de prácticas reflejan la versatilidad y fuerza de la Marina de Estados Unidos para desplegarse en cualquier lugar.
«Somos más capaces cuando trabajamos juntos para abordar los desafíos compartidos de seguridad marítima. Ser capaz de llevar a cabo consistentemente operaciones complejas como esta demuestra la flexibilidad inherente de la Marina de los Estados Unidos para operar cuando y donde elijamos, brindando a nuestra nación y a nuestros aliados opciones flexibles para la disuasión y la defensa».
Todos los caminos llevan a Taiwán
Todo indica que otro de los principales intereses estadounidenses en la región es proporcionar tranquilidad a sus aliados, ya que China tiene puestos sus ojos en Taiwán. Este país ha funcionado como un estado separado del gobierno de Xi Jinping desde que ganó la guerra civil. A pesar de ello, China sigue considerando a Taiwán como parte de su territorio y busca reunificarla con el continente, incluso amenazando con usar la fuerza.
Desde la perspectiva de Collin Koh, investigador de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam en Singapur, el aumento en los despliegues de portaaviones y una serie intensa de enfrentamientos militares con aliados cercanos como Japón parecen diseñados para tranquilizar a los aliados y socios regionales, así como para disuadir a adversarios como China y Corea del Norte.
El gobierno estadounidense ha mantenido su disposición para suministrar armamento a Taipei, la capital de Taiwán. Esta situación fue reportada por la BBC, donde se comentó que Estados Unidos está «armando hasta los dientes» a Taiwán de manera silenciosa. Según los informes, solo en 2023, Washington proporcionó al gobierno taiwanés más de 1,859 millones de dólares en armas, telecomunicaciones, herramientas de espionaje, vehículos y reparaciones.
Armamento silencioso
Esta vía comercial de armas entre Estados Unidos y Taiwán ha operado ininterrumpidamente desde el gobierno de Jimmy Carter a finales de los años 70. Es evidente que algo está sucediendo alrededor de esta isla. Timothy Heath, investigador de defensa internacional en Rand Corporation, menciona que la convergencia ocurrirá en Taiwán.
«Los portaaviones están participando en ejercicios para demostrar la preparación de combate de Estados Unidos. Probablemente están convergiendo en el área en respuesta a las elecciones de Taiwán».
De momento, lo único claro es que China y Estados Unidos continúan compitiendo por la supremacía tecnológica y comercial, pero también por demostrar el dominio que tienen sobre las aguas y regiones del Pacífico. Las elecciones presidenciales de 2024 en la República de China, como se le conoce a Taiwán, pueden ser un punto de inflexión para los próximos años.