Esta es la carrera que el CEO de NVIDIA cursaría: no es computación porque «ahora todos pueden programar»
NVIDIA es una de las empresas mejor valoradas en el mercado internacional, tal es así que vale más en la Bolsa que Google o Amazon, y Jen-Hsun Huang, su CEO es uno de los más influyentes en el mundo de la tecnología. Siendo así, no sorprende que cuando Huang se presentó en la Cumbre Mundial de Gobiernos, su charla en compañía del Ministro de Inteligencia Artificial de Emiratos Árabes dejara de qué hablar.
Sobre todo cuando mencionó cuál carrera valía la pena estudiar actualmente. Pese a que son una compañía dedicada al desarrollo de hardware y de sofrware, Huang tiene claro que el futuro no se centrará en las máquinas inteligentes, sino en la biología humana.
¿Programar pasó de moda?
Antes de responder a la pregunta sobre «¿qué carrera estudiar en la universidad?», Huang dedicó unos momentos a comentar sobre su perspectiva hacia la aparente necesidad de que las futuras generaciones aprendan sobre programación. En sus palabras, NVIDIA está trabajando para que no sea necesario conocer sobre informática y otras materias para programar.
«En la última década, casi todos los oradores que se han subido a este escenario han enfatizado lo importante que es para los niños aprender sobre informática, que sepan programar. […] Sin embargo, la situación actual es casi lo contrario: nuestro trabajo es crear tecnología informática para que nadie necesite programar».
Sin lugar a dudas, es una declaración que seguramente generará debate. Parece que, desde la perspectiva del CEO de una de las principales empresas dedicadas a la Inteligencia Artificial, ya no es necesario saber programar para poder programar. Las IAs están tan avanzadas que pueden hacer ese trabajo, cerrando la brecha tecnológica.
«Ahora todos, alrededor del mundo, pueden ser programadores. Este es el milagro de la inteligencia artificial. […] Por primera vez, hemos cerrado la brecha tecnológica».
Quizás es un poco exagerado declarar eso sobre la brecha tecnológica, pero lo cierto es que la inteligencia artificial es una herramienta que está potenciando nuestras capacidades, al menos como grupo.
La carrera del futuro
Ahora bien, si el entusiasmo por la programación ya no tiene la fuerza que tuvo en las últimas décadas, ¿hacia dónde debemos ir? Pues cuando el ministro de Inteligencia Artificial preguntó eso mismo a Huang, la respuesta fue clara: «uno de los campos más complejos de la ciencia es la biología«.
Desde la perspectiva de Jen-Hsun Huang, la «biología digital» y la «ingeniería biológica» son el futuro.
«Cada año, nuestro software, nuestros chips y nuestra infraestructura tecnológica son mejores que el año anterior, pero hay pocos avances en las ciencias de la vida. […] Así que si ahora tuviera la oportunidad de empezar de nuevo, me daría cuenta de que la tecnología que convierte las ciencias biológicas en ‘ingeniería biológica’ ya está aquí, y de que la biología digital será un campo de la ingeniería, no un mero campo de la ciencia: espero que esto sea el principio de toda una generación que disfrute trabajando con proteínas, productos químicos, enzimas y materiales».
Este no es un hecho aislado; otros pensadores importantes, como Yuval Noah Harari, han abordado la importancia de las ciencias biológicas. En ‘Homo Deus: Breve Historia del Mañana’, Harari plantea que en el futuro próximo la humanidad entrará en una era en la que se podría rediseñar los fundamentos de la biología humana. El futuro está en superar las enfermedades genéticas o prolongar la vida humana.
Eso sí, Harari es consciente de la necesidad de mantener una ética que restrinja el abuso de estas futuras tecnologías con la capacidad de crear brechas aún mayores entre los más privilegiados y los menos privilegiados.
Podemos recordar algunos ejemplos dentro del campo de la ingeniería biológica como el chip cerebral de Musk, la creación de BioHub por parte de Mark Zuckerberg, las fuertes inversiones de Bill Gates en medicina y salud, la fundación de Altos Labs por parte de Jeff Bezos que tiene como fin el rejuvenecimiento celular. Esto demuestra cómo los grandes empresarios tienen en la mira la industria farmaco-biológica. Curioso que casi todos ellos son candidatos a convertirse en el primer billonario del planeta.