China y Estados Unidos son amigos en ciencia y tecnología porque tienen un pacto único, uno que caduca este 27 de febrero
El martes 27 de febrero vence el plazo para renovar el Acuerdo de Cooperación Científica y Tecnológica (STA, por sus siglas en inglés) entre Estados Unidos y China, un marco que facilita la colaboración entre los dos países en diversos campos de la ciencia y la tecnología.
Sin embargo, el futuro del acuerdo es incierto, según informa Nature, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que está negociando para mejorarlo, pero no reveló si lo extendería o no.
¿Qué pasará con el acuerdo de ciencia y tecnología entre Estados Unidos y China?
El acuerdo permite la cooperación entre los dos países en áreas como agricultura, energía, espacio, salud, medio ambiente, ciencias de la tierra e ingeniería, así como intercambios educativos y académicos. Los funcionarios estadounidenses han dicho que el acuerdo proporciona estándares consistentes para la cooperación científica de gobierno a gobierno entre Estados Unidos y China.
Sin embargo, el acuerdo también ha enfrentado críticas y desafíos, especialmente en el contexto de la creciente rivalidad entre las dos potencias. Algunos legisladores y expertos estadounidenses han cuestionado la transparencia y la seguridad de la colaboración con China, que tiene sus propias estrategias nacionales de ciencia y tecnología y un marco legal interno que restringe el acceso y el intercambio de datos e información.
Por otro lado, algunos defensores de la renovación del acuerdo argumentan que es importante mantener cierto nivel de contacto y confianza entre los dos países, especialmente en áreas que benefician a Estados Unidos y al mundo, como la lucha contra el cambio climático y las enfermedades.
Dean Cheng, asesor principal del programa de China en el Instituto de la Paz de Estados Unidos (USIP), dijo que el sistema estadounidense es mucho más abierto, por lo que China podrá recopilar información independientemente de si existe o no un acuerdo:
“La STA no es garantía de que los científicos estadounidenses puedan, de hecho, acceder a investigaciones, información o académicos chinos, mientras que la parte china utilizará la STA como un medio para establecer una presencia aún mayor en Estados Unidos”,
Dijo Cheng, añadiendo que la “ventaja estratégica” del acuerdo probablemente será con la República Popular China.
¿Qué implicaciones tiene la pérdida de este tratado?
El acuerdo se ha renovado aproximadamente cada cinco años desde su inicio, y la extensión más reciente de cinco años se produjo en 2018. En agosto pasado, recibió una extensión de seis meses mientras funcionarios de los dos países emprendían negociaciones para modificar y fortalecer los términos.
Sin embargo, el proceso de renovación se ha visto obstaculizado por las crecientes tensiones y desconfianzas entre Estados Unidos y China, que han afectado a varios aspectos de su relación bilateral, incluida la cooperación científica y tecnológica.
Algunos observadores advierten que si el acuerdo no se renueva, podría tener consecuencias negativas tanto para los intereses nacionales como para los globales de los dos países, así como para la comunidad científica internacional.
Para muchos, el acuerdo ha sido un símbolo de la voluntad de los dos países de colaborar en áreas de beneficio mutuo y de interés común, también ha fomentado el intercambio de conocimientos, ideas y talentos entre los científicos y los estudiantes de los dos países, lo que ha enriquecido la calidad y la diversidad de la investigación y la educación.
El acuerdo ha sido, además, un canal de comunicación y confianza entre los dos gobiernos, que ha permitido abordar los desafíos y las oportunidades de la cooperación científica y tecnológica, así como resolver los posibles conflictos y malentendidos.
Por estas razones, muchos expertos y académicos instan a los dos países a renovar el acuerdo y a mantenerlo como un pilar de su relación bilateral, así como un instrumento de progreso científico y tecnológico para el mundo.