Brigadistas de Probosque enfrentan temporada de incendios en el Estado de México.
VILLA GUERRERO, Estado de México.- En medio de la temporada de estiaje, las y los combatientes del fuego de la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque) están desplegados en 54 brigadas para hacer frente a los incendios forestales que han azotado el territorio estatal. Durante este año, se han registrado un total de 624 incendios en la región.
El Comité Estatal del Manejo del Fuego, liderado por Probosque, coordina a 563 combatientes especializados distribuidos en diversas regiones del Estado de México. Este personal capacitado se encarga tanto de realizar acciones preventivas como de combatir activamente los incendios forestales, arriesgando sus vidas para proteger las áreas boscosas y a la población.
Según Miguel Ángel Romero Morales, Delegado Regional Forestal en Coatepec Harinas de Probosque, la labor de los brigadistas es extenuante y demandante, enfrentándose a condiciones adversas como la baja calidad de oxígeno, el cansancio y la insolación.
Las brigadas de Probosque están distribuidas en nueve regiones clave del Estado de México, cada una compuesta por 10 a 12 personas, dependiendo de la intensidad del incendio. Además del personal de Probosque, colaboran voluntarios, comuneros, ejidatarios y miembros de otras dependencias como la Comisión Nacional Forestal y Protección Civil municipal.
Para garantizar la integridad de los combatientes forestales, es fundamental que cuenten con el equipo de protección adecuado, que incluye botas, pantalones de mezclilla, camisas de algodón, guantes, cascos y goggles, así como bandanas para protegerse del humo.
Los brigadistas de Probosque hacen un llamado a la población para cuidar de los bosques mexiquenses, especialmente durante la temporada de estiaje. Recomiendan evitar tirar colillas o materiales inflamables en áreas forestales, no realizar fogatas, no dejar botellas o vidrios que puedan generar efectos de lupa, no quemar pirotecnia cerca de los bosques y realizar brechas cortafuego en prácticas agrícolas para prevenir la propagación del fuego.