Los iPhone 16 no necesitan más batería. Necesitan ser más eficientes

Año tras año saltan los rumores, «los iPhone XX tendrán un X% más de batería que los modelos anteriores». ¿La realidad? Los iPhone, salvando algunos modelos Max, llevan sin experimentar un salto tangible en autonomía desde hace años. De hecho, lo único que separa a un iPhone 15 Pro de un iPhone 13 Pro, según los propios datos de Apple, es una hora de reproducción de vídeo.

Los datos. El iPhone 13 Pro tiene una batería de 3.095mAh y un procesador de cinco nanómetros. El iPhone 15 Pro tiene una batería de 3.290mAh y un procesador de dos nanómetros. ¿Cómo es posible que no haya apenas diferencia? Pantallas con más brillo, procesadores con cada vez más frecuencia de reloj y una mala gestión del calor son algunos de los principales culpables.

Novedades a la vista con los iPhone 16. Creemos saber cuál será la capacidad de las baterías de los iPhone 16. Como es habitual, las filtraciones solo son filtraciones y no datos oficiales, así que son datos que debemos coger con pinzas.

• iPhone 16: 3,561 mAh (+ 6.3%)
• iPhone 16 Plus: 4,006 mAh (- 8.6%)
• iPhone 16 Pro: 3,355 mAh (+ 2.5%)
• iPhone 16 Pro Max: 4,676 mAh (+ 5.7%)

Los datos arrojan algunas dudas, ya que la disminución de batería en el iPhone 16 Plus es bastante chocante. Que todos los modelos crezcan salvo este es bastante extraño, por lo que hay que ser cautos con las cifras.

Casi todos los años, igual. Salvo alguna generación, Apple por lo general ha ido aumentado la capacidad de la batería en sus iPhone. Si echamos un ojo atrás, desde el iPhone 11 Pro (lanzado en 2019), tan solo hemos ganado poco más de 200mAh hasta la generación actual.

Pese a las supuestas mejoras en eficiencia de los procesadores, la propia Apple reconoce que desde el iPhone 13 Pro no hay una mejora demasiado notable. En mi caso personal voy un poco más allá: el iPhone 11 Pro me duraba prácticamente lo mismo que el iPhone 15 Pro.

No es suficiente. Si los iPhone quieren mantener su tamaño (aunque este año los iPhone 16 crecerán un poco), no pueden apostar por baterías gigantescas. La única clave para la mejora recae en la eficiencia, una cada vez más difícil de lograr.

Actualmente, los iPhone cuentan con un panel que logra 2.000 nits de brillo pico, cuenta con capacidades de vídeo y potencia cada vez más altas, y no es fácil contener los consumos en un dispositivo que a cada generación tiene el reto de ser más potente para no quedar atrás respecto a su competencia.

Una gestión del calor que no llega. Relacionado con la eficiencia, Apple arrastra desde hace años el fantasma del throttling. De hecho, el lanzamiento del iPhone 15 Pro fue algo caótico debido a ello: el móvil se calentaba mucho más de la cuenta.

Aún hay problemas. Aunque la situación ha mejorado, el iPhone sigue teniendo problemas con la temperatura y el rendimiento sostenido. En cuanto empieza a calentarse, va más lento, baja el brillo, y no es capaz de mantenerse como algunos de sus rivales que apuestan por cámaras de vapor.

Para obtener una autonomía envidiable, Apple necesita (entre otros) que su iPhone tenga unos controladores y un panel optimizados para consumir el mínimo posible (algo que se dificulta cada vez más con las cifras de brillo máximo), un procesador que no dispare la temperatura cuando está rindiendo al máximo, y seguir aumentando la capacidad de la batería más allá del 2.5% que se espera para la próxima generación.

Imagen | Xataka

En Xataka | La batería de los iPhone 15 es más longeva que nunca. Apple promete 1.000 ciclos sin desgaste excesivo