Ciudad de México afronta un acontecimiento tan polémico como inusual: el surgimiento de un nuevo volcán
México podría ampliar su ya extensa lista de volcanes. Y con un «fichaje» importante, situado en su corazón mismo, en plena capital.
Lo sabemos desde hace un año gracias a un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), trabajo que ha circulado por los medios de comunicación cíclicamente desde entonces y que sigue generando un profundo revuelo. Tanto, que la UNAM tuvo que salir al paso y aportar más información que tan solo sirve como recordatorio, también en CDMX: el planeta está vivo. Y se mueve.
¿Un nuevo volcán en CDMX? Era el gancho con el que la UNAM presentaba su estudio, avanzada en su momento por Milenio y contextualizada por una de las investigadoras expertas en Vulcanología, Ana Lillian Martín. «Si hay magna, nacerá un nuevo volcán», explicaba en referencia al volcán Xitle, situado en la Sierra de Ajausco-Chichinautzin. Unas palabras y unos hallazgos que, naturalmente, causaron sensación en una megalópolis como CDMX.
¿Y dónde se centran los focos? Las condiciones tectónicas del Campo Volcánico Chichinautzin, en el sur de la capital, ya han favorecido de hecho la aparición de un número elevado de volcanes monogenéticos, como se conoce a aquellos que —a diferencia de los de tipo poligenético— erupcionan un sola vez y suelen tener una existencia corta y también presentar una altura menor.
«En el sur de la ciudad hay un campo monogenético que conocemos como Chichinautzin —explicaba a El País Hugo Delgado, del Instituto de Geofísica de la UNAM—. Si vemos imágenes de satélite notaremos que en la zona hay muchos volcanes pequeños y el origen de cada uno respondió a eventos independientes de ascenso de magma que los formó». El conocido como campo volcánico de la Sierra del Chichinautzin lo conforman centenares de volcanes monogenéticos.
¿Pero cuándo… y dónde surgirá? A la vista del revuelo generado, la propia universidad lanzaba por redes un breve comunicado en el que aclaraba parte de esa información. «La UNAM aclara que esto podría ocurrir en 800 a 1.200 años», señalaba. Como referencia manejan el nacimiento del Xitle, hace aproximadamente 2.000 años. Responder al dónde y precisar el lugar más o menos exacto en el que podría nacer el nuevo volcán no resulta sencillo.
Aclarando dudas. Expertos como Delgado investigan para concretarlo teniendo en cuenta por ejemplo los niveles de dióxido de carbono en el subsuelo e identificando las zonas por las que podría ascender el magma. El foco de los expertos está puesto en el sur de Ciudad México por su posición en el Campo Volcánico, al sur del Xitle. «Los campos volcánicos monogenéticos son áreas en las que un evento magmático tiene lugar mediante el ascenso del magma, pero en vez de salir por el mismo cráter en cada evento hay la creación de un nuevo volcán», señala a Milenio.
¿Es un fenómeno nuevo? No. Hace menos de un siglo, en 1943, los geólogos del Estado de Michoacán ya asistieron al nacimiento de otro volcán monogenético, el Paricutín, que se localiza entre Nuevo San Juan Parangaricutiro y Angahuam.
Los temblores se dejaron sentir con casi un mes de antelación y durante sus primeras 24 horas se levantó hasta unos 30 metros. «La actividad continuó con explosiones de bombas y depósitos piroclásticos hasta 1949 con una inactividad interrumpida por una reactivación intensa que se extendió hasta marzo de 1952, cuando cesó de forma repentina», aclaran las autoridades mexicanas, que precisan que los flujos de lava cubrieron 18,5 kilómetros cuadrados y el volcán alcanzó 424 metros de desnivel con respecto al Valle de Quitzocho-Cuiyusuru.
¿Hay motivos para la alarma? El comunicado divulgado por la UNAM fue claro. Primero, en el uso del condicional. Segundo, en aclarar que a priori el fenómeno no se daría hasta dentro de ocho siglos. Y eso como pronto.
«Es un hecho que algún día nacerá un nuevo volcán en el sur de la Ciudad de México, pero depende de cómo lo digamos generamos incertidumbre, miedo o tranquilidad», zanja Delgado. Es más, a día de hoy señala que no hay evidencias de que el proceso esté sucediendo. «Lo que sabemos es que en el sur de la ciudad hay un campo volcánico monogenético activo y que existe la probabilidad de que en el futuro, que no sabemos cuándo, pueda generarse un nuevo volcán», aclara.
¿Y cómo fue la erupción del Xitle? El Xitle es fundamental para entender el Campo Volcánico, ya que es el último que nació en Chichinautzin. El fenómeno se registró hace alrededor de 2.000 años, sepultando la ciudad de Cuicuilco con un extenso manto de lava se extendió a lo largo de 300 kilómetros cuadrados.
«Generó mucha lava. Si esto se repitiera, la incandescencia expulsada no causaría muertes, pues la población sería desalojada oportunamente, pero sí enterraría lo que encontrara a su paso», explicaba Marie Noëlle Guilbauld, de la universidad. En 2019 Martín del Pozzo y Amiel Nieto-Torres publicaron un estudio que evalúa el riesgo de una erupción en el campo del Chichinautzin para la populosa CdMX.
Imagen | Otello Barrios (Unsplash)
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*Una versión anterior de este artículo se publicó en junio de 2023