La instalación telefónica de tu casa es una joya. Basta sustituir el par trenzado por una alternativa mucho más potente
Muchos de nuestros hogares suelen haber sido construidos hace décadas, y eso implica que la preinstalación telefónica incluye un cableado telefónico tradicional que va recorriendo las habitaciones y distintas zonas de la casa.
Ese tipo de cableado que se usaba en telefonía fija está cada vez más en desuso: las líneas de telefonía fijo es ahora algo casi obsoleto para muchos usuarios, que o bien desconectan directamente estas líneas o las tienen totalmente abandonadas en casa en favor de los móviles.
Pero esas viejas instalaciones caseras pueden tener una segunda vida. Y la pueden tener gracias a la tecnología de fibra óptica plástica (FOP o POF por sus figlas en inglés), que permite cablear nuestro hogar de forma sencilla para obtener conexiones de red con altas tasas de transferencia.
Eso plantea una alternativa más a las redes Wi-Fi, tanto si usamos redes Mesh como si no lo hacemos, y también a las redes Ethernet, que hacen uso de cables más gruesos y que ya comentamos que pueden aprovechar la instalación de TDT.
Aquí el planteamiento es similar: reaprovechamos una canalización previa que se usaba para las tecnologías de antes, pero usando tecnologías más modernas y potentes.
Así, es normal que en los registros de nuestros hogares dispongan de preinstalaciones como las de la imagen, en las que ya podemos ver cómo los tubos corrugados van distribuyendo esos cables a las distintas estancias de la casa.
Precisamente esos tubos corrugados son los que se pueden utilizar para llevar por ellos los finos cables de fibra óptica plástica, que tienen un diámetro que no pasa de los 2,2 milímetros y es muy flexible.
Este tipo de conexiones no sufren en general pérdidas de transmisión si nuestra instalación se limita a unas decenas de metros, y tampoco están afectados por las interferencias electromagnéticas de los cables eléctricos.
La instalación no tiene que ser obligatoriamente por esas canalizaciones interiores: en muchos casos los cables de teléfono suelen estar colocados por encima de rodapiés o metidos en las molduras del techo y grapados, lo que hace que sustituirlos por cable de fibra óptica plástica que sustituya al par trenzado de cobre tradicional sea también perfectamente factible.
Existen diversos kits de fibra óptica plástica que permiten aprovechar este tipo de opción, y de hecho Movistar comenzó recientemente a ofrecer su servicio Fibra FTTR que precisamente aprovecha esta idea. Es una alternativa que, eso sí, tiene un coste de 9,90 euros al mes más la cuota de alta de 120 euros que incluye la instalación y equipos necesarios.
La opción de montárnoslo nosotros mismos es inicialmente más cara, pero a largo plazo parece una opción mucho más rentable. Un kit como el de Actelser con 50 metros de cable y los routers para tener conexión a 1 Gbps en dos habitaciones adicionales cuesta 449 euros en Amazon, y podemos combinarlos para por ejemplo usar puntos de acceso Wi-Fi conectados a estos routers, que ofrecerán cobertura perfecta en zonas de la casa que antes podían dar problemas.
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Estamos pues ante una alternativa interesante a las redes Ethernet, algo más engorrosas por el grosor de los cables, y a instalaciones Wi-Fi, que suelen tener un rendimiento peor a medida que nos alejamos del punto de acceso. Si queremos reaprovechar la preinstalación telefónica, esta puede ser una idea llamativa.
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