PS5 Pro quiere que no tengamos que elegir entre rendimiento o calidad en los juegos. Que lo consiga es otra cosa
Ya está todo el pescado vendido. Tras varios meses de rumores, Sony acaba de presentar su PS5 Pro. Es, al igual que lo visto durante la generación pasada, una consola de mitad de ciclo, como lo fueron PS4 Pro y Xbox Series X. Está pensada para aguantar el impulso gráfico que hemos visto estos últimos años en el mundillo del PC y conseguir juegos más potentes a nivel visual sin tener que renunciar al rendimiento por encima de los 30 FPS.
El anuncio, eso sí, ha estado acompañado de polémicas. Por un lado, las diferencias con una PS5 ‘base’ no son tantas a nivel de hoja de especificaciones. Por otro, viene sin lector y a un precio de 800 euros en nuestro territorio. Es un golpe en la mesa por parte de Sony y se puede interpretar como una declaración de intenciones de cara a una siguiente generación sin formato físico de serie. No en vano, Xbox también tiene una nueva Series X All Digital en el horno.
Pero al margen del precio, de las polémicas del anuncio y de sentir que mi PS5 actual no ha sido aprovechada, hay algo de PS5 Pro que me gusta: llega para acabar con la pregunta de qué modo visual elegimos en los juegos. Al menos, esa es su intención y está por ver que los desarrolladores estén en el mismo barco.
¿Modo calidad, rendimiento o ambos?
La presentación de PS5 Pro fue… extraña. Mark Cerny es el arquitecto de las últimas consolas de la compañía japonesa y se trata de una persona que sabe mucho, muchísimo de hardware. Es un tipo muy técnico en sus presentaciones, pero la de PS5 Pro fue descafeinada en este sentido. Igual que Apple, dio unos porcentajes, se dedicó a hablar de qué significan cosas como PSSR, raytracing y demás tecnologías que llevan años entre nosotros y poco más. Todo de una manera muy generalista.
En lo que sí se centró fue en las capacidades de PS5 Pro para permitirnos jugar a juegos en modo ‘Calidad’, pero con las bondades de los modos de ‘Rendimiento’. Si tienes una Series X o una PS5, ya sabrás de lo que estoy hablando, pero vamos a hacer un breve repaso. En PC podemos elegir un montón de parámetros visuales que afectan al rendimiento. Toquetear la resolución, la calidad de sombras, filtros, antialiasing y demás hace que el juego se vea mejor o peor, beneficiando o perjudicando a la tasa de frames por segundo a la que se ejecutan.
En PC muy, muy potentes, jugar a 4K con todo al máximo y por encima de los 30 FPS es perfectamente posible, pero en consolas no es así. Es por eso que, con el lanzamiento de PS4 Pro, los desarrolladores empezaron a lanzar juegos con, como mínimo, dos opciones visuales:
- Modo calidad (también llamado ‘Fidelidad’): prioriza una alta resolución y mejores efectos, pero con una tasa de FPS que suele estar anclada en los 30.
- Modo rendimiento: la resolución se reduce, también algunos efectos visuales (muy notable en las sombras, por lo general), pero se intenta aumentar la tasa de rendimiento hasta los 60 o 120 FPS en algunas ocasiones.
Así fue como empezamos, con juegos como ‘Rise of the Tomb Raider’ entre los primeros en utilizar esta dualidad de modos visuales, pero estos últimos años… la cosa se ha desmadrado. Y no porque se utilice en prácticamente todos los juegos que salen al mercado para Xbox y PlayStation (que me parece bien dar opciones al jugador, ojo), sino porque con la llegada de las máquinas de esta generación, es todo más confuso que nunca.
A los dos modos descritos, en ocasiones debemos sumar un modo resolución (que no mejora efectos, pero aumenta hasta los 4K nativos), modo rendimiento con o sin raytracing, modo calidad con o sin raytracing, modo equilibrado que no sabes muy bien qué hace.
En fin, hay juegos en los que esto es un dolor de cabeza y yo, que soy bastante ‘cuentapíxeles’, me he tirado varios minutos antes de iniciar partida en un juego nuevo estudiando qué poner y buscando comparativas de Digital Foundry o de El Analista de Bits para ver qué modo me gustaba más. Al menos, con teles de última generación como una LG G3 o una Samsung S95C, podemos activar el modo desbloqueado en algunos juegos para que éstos vayan a 40 FPS sin perder calidad visual.
Hay ejemplos delirantes, pero el primero que viene a mi mente es el de ‘Hogwarts Legacy‘:
Los jugadores de Switch, en este sentido, tienen muchísima suerte con los juegos a 720p (si llegan a esa resolución) y listo. Pero bueno, precisamente a eso me refiero con que PS5 Pro tiene un argumento de peso para que los jugadores más entusiastas la elijan.
Lo que Cerny vino a decir ayer (no de forma categórica, pero los ejemplos que mostró así lo indicaban) es que PS5 Pro quiere eliminar esa barrera. Puso varios ejemplos de juegos propios como ‘The Last of Us Parte 2‘, ‘Spider-Man 2‘ o ‘Ratchet & Clank: Una dimensión aparte‘ en los que se deja caer que PS5 Pro los moverá en ‘Modo Calidad’, pero con el rendimiento propio del…. bueno, pues del ‘Modo Rendimiento’.
Además, habrá otros como ‘Gran Turismo 7‘ que se beneficiarán de un raytracing mejorado en el modo de juego normal y la sensación que queda es que, si tienes una PS5, los juegos se verán mejor y se jugarán también mejor que en una PS5 normal. ¿Los usuarios de la PS5 base? Pues tendremos que seguir viendo qué modo elegir.
Pero… ¿será así de verdad? (de hecho, ‘GT7’ tendrá un modo 8K en PS5 Pro.)
Los desarrolladores tienen la batuta
Tom Warren es periodista del medio The Verge y una persona que, por lo general, suele tener buena información de la industria. Hace unos meses ya aventuró algunas de las características y opciones de PS5 Pro (quedando confirmadas con el anuncio oficial de la consola) y algo que también dijo es que no todos los juegos ‘PS5 Pro Enhanced’ serán 4K a 60 FPS.
Esa es otra, para que un juego que reproduzcamos en PS5 Pro se beneficie de esas mejoras al no tener que elegir modo, éste deberá ser optimizado para ello vía parche, por lo que no serán todos. Al menos, de momento. Warren afirmaba que habrá juegos optimizados que seguirán yendo a 30 cuadros por segundo y, aunque es pronto para ver si es verdad, algo lógico es que la pelota está en el terreno de los desarrolladores.
Y no me fiaría mucho de los desarrolladores.
Es decir, actualmente, tenemos juegos como ‘Hellblade 2‘ que son un auténtico portento visual gracias a Unreal Engine 5, pero que tiene barras negras arriba y abajo por una «intención cinematográfica» (y porque te ahorras un buen pico de renderizado en Xbox). También juegos como el futuro ‘Avowed‘ que ya está preparando el terreno para los 30 frames por segundo de cara a potenciar el apartado visual. Aunque bueno, parece que también tendrá un modo a 60 FPS.
Es decir, seguramente, durante los primeros meses de vida de PS5 Pro veremos que muchos estudios actualizan sus títulos para eliminar esa elección, pero… ¿qué ocurrirá dentro de dos o tres años? Es decir, si los desarrolladores consiguen exprimir PS5 Pro para que los juegos se vean como nunca, muy posiblemente veamos títulos que, de nuevo, incorporen un selector para (me lo estoy inventando) un modo ‘Calidad’ con resolución 4K nativa, efectos de ultimísima generación y frame-rate a 30 FPS, con otro modo ‘Rendimiento’ a resolución 4K escalada corriendo a 60 FPS.
No sería la primera vez que un desarrollador apuesta por mostrar algo realmente apabullante en pantalla a expensas de tener un rendimiento limitado. De hecho, la generación de PS4 y Xbox One iba a ser la de los 1080p nativos y esta generación la del 4K60, algo que hemos comprobado que… no es así.
Sólo el tiempo dirá si PS5 Pro consigue ese objetivo que Cerny dejó caer (aunque no de forma rotunda, repito) y si de ese poder extra que tiene la nueva máquina de Sony es tomado por los desarrolladores como un reto para ver hasta dónde pueden mejorar sus gráficos, con la contrapartida de limitar el rendimiento a los 30 FPS, ofreciendo un modo ‘Rendimiento’ para quien quiera pasar de esos 30 FPS.
Y, así, la rueda puede estar girando infinitamente.