Leslie se ha convertido en un enorme río de humedad y España va a ser su sumidero: AEMET alerta de una situación muy compleja
Los restos del huracán Leslie finalmente están llegando a la Península y lo están haciendo en forma de una baja bastante débil. Nada de las espectaculares imágenes (precipitaciones y vientos) de las últimas borrascas. No obstante, si nos quedamos en esa falsa seguridad, no estaremos perdiendo buena parte de la jugada.
Porque, como señalan los expertos, «la naturaleza tropical de Leslie se nota en el contenido de humedad con el que llega»: hablamos de «anomalías extremas en el contenido de agua precipitable atmosférico (~3 sigmas de anomalías estandarizadas)».
Y todo esa humedad va directamente a dos sitios muy concretos: el sistema Central y los Pirineos.
Huracanes en tu zona. Como hemos explicado en otras ocasiones, en estas épocas del año (coincidiendo con el pico de la temporada de huracanes) es relativamente normal que los huracanes del Atlántico acaben en Europa bajo la forma de borrascas extratropicales. Es lo que llevamos viendo unas semanas.
Habitualmente, cuando hablamos de este fenómeno, nos centramos en la fuerza de la tormenta. Sobre todo, porque en los últimos años esas tormentas han llegado con un inusual nivel de organización. Pero lo cierto es que los ríos de humedad también son un problema.
Y más aún cuando «llueve sobre mojado«.
¿Qué va a pasar? Que ese río de humedad se va a estrellas con la zona norte de Cáceres y la sierra de Gredos, primero, y con los Pirineos después. En el suroeste de Ávila pueden registrarse hasta 150 litros por metro cuadrado y en «otros puntos de la sierra de Guadarrama, Gredos, las Hurdes o en el entorno de la sierra de Gata también sobrepasarán los 100 l/m²».
El golpe en Pirineos no será tan masivo, pero sí habrá zonas concretas que reciban más de 200 litros. Monteperdido y el valle de la Pineta se llevarán la peor parte. Y, de hecho, la Pineta es el mejor ejemplo de ese «llueve sobre mojado» el acumulado anual ronda ya los 4.000 l/m2, según Meteored.
Una sorpresa más. Porque, hasta ahora, hemos estado hablando de situaciones problemáticas, pero como señala José Miguel Viñas, hay algo más: una montaña rusa térmica que empezará con un rápido bajón de temperaturas. Esto dejará un «ambiente fresco y nevadas» en casi todo el país (de nuevo, el sureste vivirá en un país distinto al resto de España).
El problema es que durará poco. Para el sábado, las temperaturas diurnas volverán a subir y nos encontraremos con puntos del Mediterráneo a más de 30 grados de temperatura.
Imagen | ECMWF
