DESDE LAS ALTURAS
Por: Arturo Albíter Martínez
- Compromete Gobierno federal que bajará el precio de la tortilla.
- Hasta un 10% de acuerdo al titular de la Sader.
- Productores del Estado de México afirman que es poco probable, que será otra mentira como la de bajar la gasolina.
- Los campesinos son los menos beneficiados en la cadena productiva de la tortilla.
- Comentario del día: Eruviel Ávila y sus ocurrencias.
- El diputado propone establecer el delito de acecho.
- Catedráticos universitarios aseguran que será complicado acreditar el delito de forma objetiva.
En la semana, el Gobierno federal a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural anunció que pondrá en marcha un programa que se conoce como “Cosechando Soberanía” con la intención de elevar la producción de alimentos de la canasta básica.
El titular de la dependencia, Julio Berdegué además dijo que buscarán reducir en un 10% el precio de la tortilla de maíz, pero además consideran que se va a conseguir la autosuficiencia de maíz blanco, no transgénico y frijol.
Dijo que invitarán a los productores a un acuerdo nacional por el maíz y la tortilla. El objetivo es bajar en un 10% en términos reales el precio de la tortilla durante el sexenio.
Cuando empezaba el sexenio de AMLO y los productores de tortilla anunciaron que aumentarán un peso el precio de uno de los alimentos más consumidos por los mexicanos, la reacción de la administración federal no se hizo esperar y amenazaron a los industriales relacionados con este sector.
Al paso de los años, resulta que el precio de la tortilla aumentó en seis años hasta un 61%.
El precio promedio del alimento al inicio del sexenio era de 15.83 pesos el kilo, al cerrar se cotizaba hasta en 25.50 pesos el kilo.
No faltaron los programas de apoyo, recursos que se quedaron en manos de los intermediarios y los tortilleros, porque los campesinos no se vieron beneficiados de acuerdo a líderes de este producto en el país.
En la recta final del sexenio que prometía bajar el precio de productos y energéticos, resulta que la inflación en el caso de los alimentos siempre se mantuvo por arriba del indicador general.
Justo ayer comentamos en este espacio la situación por la que atraviesan los maiceros mexiquenses; en otros tiempos la entidad se consideraba como una de las principales productoras del grano.
Este año apenas rebasaron las 600 mil toneladas en el principal ciclo agrícola.
Incluso dejaron en claro que si la dependencia estatal daba a conocer otro dato, mucho más abultado tendría con poco sustento y lo apoyan solo las organizaciones afines a su partido político.
Los programas implementados en el sexenio pasado no sirvieron para contener el aumento en el precio de la tortilla, la situación ha llegado a un extremo tal que el precio del maíz bajó y se cotiza entre 4 mil 500 y 5 mil pesos la tonelada.
Eso se debe de igual forma a la indiscriminada importación de maíz transgénico, que ayer lo comentamos ronda las 22 millones de toneladas.
El precio del maíz nada tiene que ver con el de la tortilla.
Un kilo de maíz se puede vender en 5 pesos con lo que alcanza para producir alrededor de 2 kilos de tortillas que cuestan en el Valle de Toluca entre 25 y 30 pesos.
La producción de maíz, comentan productores del Estado de México, no tienen ningún acuerdo o se relacionan con la industria de la masa y la tortilla y las grandes empresas como Minsa o Maseca difícilmente bajarán sus costos.
Así que la situación es complicada para alcanzar la meta de reducir el costo de la tortilla en 10%; sería en términos reales bajar su precio al menos 1.6% anual, justo cuando la inflación afecta con mayor fuerza a los alimentos.
A menos que sea una orden presidencial y entonces la hagan ley para que la mayoría morenista la apruebe de inmediato, sin discusión pase lo mismo en los estados y en una tómbola decidan cuáles serán las empresas que deberán bajar el precio de sus productos para cumplir su promesa.
De otra forma, parece complicado alcanzar esa meta de acuerdo a maiceros mexiquenses.
COMENTARIO DEL DÍA: LAS OCURRENCIAS DE ERUVIEL ÁVILA. QUE EL ACECHO SEA DELITO.
Durante los seis años que estuvo en el Senado, Eruviel Ávila hizo muy poco, sus acciones no pasaban de hacer reconocimientos, felicitar, letras de oro, volver a felicitar. Supuestamente apoyar a la “valiente” traidora, luego traicionar a su partido para entonces surgir como un fiel seguidor de la 4T y reconocer el papel que ha hecho Morena en el país y ahora en el estado.
Pero otro tipo de propuestas legislativas escasearon en seis años.
Ahora como diputado federal ya quiere trabajar en la elaboración de iniciativas y pues que mejor que hacerlo con la tipificación del acecho como delito, ya que pone en riesgo la integridad e incluso la vida de las personas en especial las mujeres.
Da a conocer que en la elaboración fue asesorado por una fundación y hasta por el Ministerio de Justicia de Canadá.
Al preguntar a catedráticos de la Universidad Autónoma del Estado de México sobre la viabilidad de esa propuesta, explicaron que para empezar, tipificar todas las conductas violentas no tiene como consecuencia necesaria que dejen de replicarse.
Entonces hacen la pregunta de ¿Cuál es el papel del estado para evitar ese tipo de acciones?
Es como el secuestro, delito al que le pusieron penas hasta de 3 vidas y eso no significó que bajo ninguna circunstancia las personas dejaron de secuestrar.
Destacaron que valdría la pena como una especia de garantía secundaria, pero lo que parece un hecho, es que será muy difícil acreditar el delito de forma objetiva, por lo que se regresará a los testigos y señalamientos como elementos para sentenciar.
También es importante mencionar que es necesario analizar la iniciativa completa, pero con la información dada a conocer es como regresar al pasado.
Finalmente, Eruviel Ávila seguro confía en los jueces de la tómbola, que es muy probable, apliquen mejor las leyes.