Las circunstancias … mandan
Educación superior ¿cobertura o calidad?
Por: Boghar González y González
-Universidades Privadas vs. Públicas
-Experiencias de morena siendo gobierno
-Movilidad social y económica
Esta semana hubo importantes pronunciamientos del nuevo gobierno federal en el tema de las políticas públicas en materia de educación superior, pero resulta muy preocupante, que como en otros casos, la Presidenta de la República parta de frases electorales para dar un diagnóstico general de uno de los temas más sensibles para la sociedad: ¨la educación superior es un derecho, no una mercancía”, basa ese eslogan en el hecho que durante el período neoliberal, como lo llaman los simpatizantes de la 4t, la educación se privatizó como consecuencia de que el sistema público a propósito y en beneficio de los particulares, rechazó a miles de estudiantes.
Lo anterior no fue culpa de los empresarios que, al detectar una oportunidad, aperturaron espacios para esos jóvenes que no fueron admitidos en las universidades, tecnológicos o normales públicas, siempre cumpliendo con los requisitos de las universidades autónomas que abrieron incorporaciones y aportando las cuotas de incorporación solicitadas al alumno a través de la escuela privada o cumpliendo los lineamientos que los REVOES de las SEP o las secretarias de educación estatales exigían. Sin duda en algunos casos hubo abusos, incluso fraudes de las opciones llamadas “patitos” o universidades privadas cuyos dueños son ex rectores de universidades autónomas o funcionarios públicos, pero como se comentó la semana pasada, en esos casos, ¿Por qué no se castiga legalmente a quien abusa? o ¿Por qué no se clausuraron planteles que defraudaron a los alumnos y padres de familia?
Por lo anterior no se puede “satanizar” a todas las instituciones de educación superior privadas, porque hay casos de dueños con una mística de responsabilidad social, que adicional a cumplir los requisitos ya referidos, se preocuparon por evaluar y acreditar calidad con la norma ISO y/o con organismos externos como Ciees y los Copaes que a través de pares académicos externos evalúan la calidad de programas de estudio, infraestructura, investigación y extensionismo. Los estudiantes de las escuelas privadas y sus padres de familia están haciendo un esfuerzo económico adicional, descargan compromisos de presupuesto para la educación pública, no es deducible de impuestos y lo que es peor, sufren la discriminación al no recibir las becas gubernamentales por estar en el sistema privado, violando el artículo 1º de nuestra carta magna.
Es de celebrarse la estrategia de aperturar opciones públicas nuevas o exigir a las universidades, tecnológicos y normales públicas que incrementen nuevos espacios, como lo anunció este miércoles el Secretario de Educación Pública Mario Delgado, pero es notoria la preocupación en el tema de cobertura, no se vislumbran estrategias para elevar la calidad y si nos basamos en los antecedentes de las opciones de universidades públicas diseñadas y ofrecidas por gobernantes de la 4t los resultados no son positivos, AMLO aperturó cuando fue jefe de gobierno la Universidad de la CDMX, y a la fecha tiene un gran rezago en los procesos de titulación por irregularidades legales, y apenas un par de meses atrás estudiantes de la universidad Rosario Castellanos diseñada por la jefa de gobierno, en ese entonces, Claudia Sheinbaum salieron a la calle para manifestar sus dudas por diversos trámites académicos y financieros que cuestionaban la formalidad de los estudios universitarios ofrecidos.
Ojalá las buenas intenciones de incrementar la cobertura no deriven en fraudes académicos o bajo nivel en los conocimientos y formación deseables en egresados universitarios y que en el trayecto solo se dé un adoctrinamiento político con recursos públicos, nuestra sociedad tiene fe que la educación universitaria sigue siendo el principal motor de la movilidad social y económica, pero por temas como la Inteligencia Artificial y las TIC´s los universitarios deben mostrar competitividad en conocimientos, actitudes y habilidades blandas, no en discursos políticos.
boghar@hotmail.com