Imágenes por satélite dejan pocas dudas: China está construyendo un misterioso barco, y tiene un tamaño inusual
La semana pasada contamos lo que parecían desvelarnos unas imágenes por satélite en uno de esos puntos estratégicos en el mapa geopolítico. Todo hacía indicar que China estaba levantando en una región del Mar del Sur, crucial para el comercio global, un radar anti furtivo y un punto de lanzamiento de misiles. Ahora, nuevas imágenes vuelven a apuntar a la nación china y lo que parece a todas luces un nuevo y enigmático buque.
La construcción misteriosa. A través de imágenes por satélite de un astillero del sureste de China vemos que la nación está construyendo un buque de grandes dimensiones con una cubierta abierta y plana de vuelo. Dichas imágenes satelitales también parecen indicar que el diseño podría corresponder a un portaaviones ligero, o quizás a un gran buque de asalto anfibio, aunque también podría ser un nuevo tipo de embarcación de investigación oceanográfica de uso dual, un campo en el que China ha invertido ampliamente para fines civiles y militares.
Sea como fuere, el buque fue identificado por Tom Shugart, investigador del Center for a New American Security (CNAS) y excomandante de la Marina de Estados Unidos, en el astillero Guangzhou Shipyard International (GSI) en la isla de Longxue, provincia de Guangdong. Shugart observó que la construcción ha avanzado muy rápido, ya que el buque apareció en imágenes satelitales entre septiembre y octubre de 2024 con trabajos aún en la cubierta.
Potenciales usos. Para el experto y a tenor de las imágenes, las medidas inusuales de la embarcación apuntan a un buque más pequeño que los portaaviones Type 075 de China. La estructura y tamaño del mismo se alinean en algunos aspectos con portaaviones ligeros y naves de asalto anfibio de otros países, lo cual podría indicar un diseño orientado a operaciones de bajo riesgo, patrullaje y vigilancia.
Los expertos hablan de un buque que mide aproximadamente 200 metros de largo y 40 metros de ancho, con una isla principal y una estructura más pequeña hacia la proa, características que lo sitúan en la liga de otros portaaviones ligeros, como los de la clase Hyuga de Japón más que con el 075 de China, como decíamos. Además, la presencia de mástiles angulares también sugiere espacio para radares y sensores, comunes ambos en embarcaciones militares.
Propósitos y expansión de la Marina China. Contaban en War Zone que la construcción en GSI, un astillero especializado en buques comerciales, sugiere un interés creciente de la nación en expandir su capacidad naval en múltiples ubicaciones. Esto refleja también la ambición de China por acelerar el crecimiento de su fuerza marítima con portaaviones, naves anfibias y otros buques modernos. De hecho, este nuevo tipo de embarcación podría usarse en operaciones de patrullaje, anti-submarinas, en el Estrecho de Taiwán o el Mar de China Meridional, además de apoyar misiones anfibias y de vigilancia.
Por la ciencia. Como indicábamos también, existe la posibilidad de que el buque se use para investigaciones científicas civiles, aunque preparado para servir como plataforma militar si fuera necesario, una especie de híbrido que tendría sentido debido a esa política de «fusión militar-civil» de China.
Y es que, desde 2022, se ha hablado de un contrato gubernamental chino que describiría una embarcación de 200 metros con un «doble-superestructura de isla» y otras especificaciones técnicas similares. Esta estructura permitiría, en teoría, emplear helicópteros y drones en misiones científicas y, potencialmente, en apoyo militar.
Otras alternativas. La última de las posibilidades que se apuntan es que se trate de una plataforma de prueba o entrenamiento, dado que China ha desarrollado buques para lanzar drones y realizar experimentos militares. Sin embargo, en este caso, Shugart considera que el tamaño del buque sugiere un uso más operativo.
Sea como fuere, la expansión naval china y la construcción de este nuevo buque de gran cubierta reflejan claramente esa apuesta de China por consolidar su influencia marítima. Este enfoque dual, además, permitiría el uso de la infraestructura naval en diversas misiones, desde operativos militares hasta tareas humanitarias y de investigación, destacando su compromiso con una flota moderna y versátil en el contexto de la geopolítica actual.
Imagen | Planet Labs PBC