Había dos caminos para regular la tecnología en los niños: el Gobierno ha elegido el de cero pantallas
España está en medio de un importante debate: definir cómo debe ser el acceso de los niños a la tecnología. Ya conocemos algunas medidas de la futura Ley del Menor, como la prohibición de registrarse en redes sociales hasta los 16 años. Hoy hemos conocido la otra cara de la moneda. Las medidas que se plantean de cara a los más pequeños. En esa etapa inicial donde los niños tienen su primer contacto con las pantallas.
El Gobierno ha definido su posición en base a un informe. El Ministerio de Juventud e Infancia encargó un informe a 50 expertos independientes sobre el uso de la tecnología en niños y adolescentes. A lo largo de 150 páginas se analiza la exposición a las pantallas, las redes sociales, la responsabilidad de los fabricantes y las herramientas de control parental.
En base a todo esto, se ha optado por realizar una serie de recomendaciones. Unas recomendaciones que definirán la base del Gobierno para regular el acceso a la tecnología. En total se plantean 107 medidas, aunque algunas de ellas ya se definieron en el anteproyecto, como los sistemas de verificación de la edad.
Quién ha participado. Según describe el Ministerio de Juventud e Infancia, el informe se estructura en seis grupos: Salud, Educación, Privacidad, Industria y Consumo, Derechos, Participación y Pornografía/Violencia Sexual.
Los expertos pertenecen a distintas organizaciones, desde UNICEF o Save The Children hasta la Asociación Española de Pediatría, pasando por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), el Consejo Escolar del Estado o el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
Las medidas. El Gobierno apostará por limitar el acceso a la tecnología, sobre todo en las edades más tempranas. El informe lo divide en función de la edad de manera bastante concreta:
- De 0 a 3 años: Cero pantallas.
- De 3 a 6 años: Desaconsejar el uso de pantallas, salvo excepciones y bajo la supervisión de un adulto. Además se aconseja a los adultos que no utilicen dispositivos digitales en presencia de los menores.
- De 6 a 12 años: Teléfonos sin internet y priorizar actividades en entornos físicos. Si se utiliza un dispositivo puntualmente, bajo la supervisión de un adulto y con límite prefijados claros.
- De 12 a 16 años: priorizar el uso de teléfonos sin internet y en el caso de smartphones con controles parentales que eviten el acceso a contenidos inadecuados, garanticen la seguridad, la privacidad y el tiempo de exposición.
- A partir de los 16 años: edad recomendada para empezar a tener el primer smartphone con conexión a internet.
Es decir, la recomendación es retrasar el uso del smartphone lo máximo posible; evitar a toda costa que los menores de 6 años utilicen las pantallas y entre los 6 y 16 años mantener un control parental activo, primero sin acceso a internet y luego gradualmente.
Más allá de las recomendaciones de la OMS. Según definió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2019, el uso de las pantallas afecta severamente a los menores y la recomendación es también limitar las horas de pantalla.
Sus recomendaciones son cero pantallas hasta un año y un máximo de una hora de pantalla hasta no cumplir los 5 años.
El problema: no se confía en el sector tecnológico. Además de estas recomendaciones, algunas medidas que quieren impulsar es la obligatoriedad de añadir un etiquetado con los riesgos para la salud; mecanismos de denuncia y regulación en el ámbito educativo. Según describen los expertos, estas medidas van dirigidas al sector de la industria porque no confían en que las empresas tecnológicas vayan a adoptarlas por sí misma: «asumiendo que la autorregulación del sector es insuficiente», exponen. El informe no apunta contra las pantallas y la tecnología perse, pero sí concluye que se necesitan medidas concretas para que su uso sea pertinente.
Imagen | Oleksandr P