"No aportan nada a la economía local": Lleida firma el primer revés contra los centros de datos en España, según SER
Los centros de datos consumen muchísima energía y, con el auge de la IA, las empresas buscan nuevos lugares para colocar sus instalaciones. En España hay planes para abrir varios de estos centros de datos, y Lleida era uno de los puntos escogidos para ello.
Sin embargo, y como informan desde SER, han rechazado la construcción de dos de estos centros de datos. ¿El motivo que esgrime su alcalde? No iban a aportar nada al municipio.
«Cajas de zapatos». Fèlix Larrosa es el actual alcalde de Lleida, municipio cuyos terrenos adyacentes iban a acoger la construcción de dos centros de datos. Estas instalaciones están equipadas con salas repletas de servidores que se encargan de realizar cálculos para, después, volcarlos a la red. Internet o la mencionada inteligencia artificial, entre otros servicios, dependen de estos centros.
Se trata de algo que está en auge y en lo que las empresas están invirtiendo muchísimo dinero, pero Larrosa considera que es algo que no compensa. «Son cajas de zapatos, no aportan nada a la economía local», comenta el alcalde.
Aportan poco y consumen mucho. Según el ayuntamiento, la creación de empleo en el pueblo no compensaría a medio plazo y no sólo ocuparían mucho terreno industrial, sino que gastarían una cantidad exagerada de agua. «El día que abres la actividad, hay un personal mínimo de mantenimiento. Necesitan muchos metros cuadrados y la capacidad de generar un impacto local es muy limitada», comenta.
Larrosa continúa afirmando que «no atraen personas a trabajar, especialmente con talento y, al final, consumen muchos recursos, como agua y energía». Esto, precisamente, es lo que ha generado problemas con el hipercentro de datos de Meta en Talabera de la Reina y hemos visto que países como Chile han frenado a gigantes como Google porque el consumo de sus centros de datos iba a ser enorme.
Prioridades. Esto del consumo de agua no es una exageración y se estima que un mail de 100 palabras generado por la IA, algo que le lleva apenas un par de segundos, consume el agua equivalente al de una botellita de agua en disipación. ¿Y qué tipo de empleo quieren desde el ayuntamiento? El de empresas que prioricen industrias más tradicionales que creen valor añadido en el sector agroalimentario.
El alcalde ha declarado que, aunque una de las dos empresas interesadas en poner el centro de datos llegó a comprar suelo rústico para la construcción, ese terreno no se recalificará. Y esa intención de apoyar el sector agroalimentario es algo que casa a la perfección con las declaraciones de Larrosa hace apenas unas horas:
«Nuestra ciudad es la capital de uno de los grandes epicentros agroalimentarios del sur de Europa y ésta es también nuestra vocación y ambición. Ya hace años tenemos ganas de ejercer de capital, al servicio del progreso de este sector. Con entidades como Mercolleida, que me honra presidir, y, por ejemplo, con el Parc Agrobiotech que está lanzado a sumar el esfuerzo del sector tecnológico a la sostenibilidad en el sector agroalimentario».
No todos están de acuerdo. Evidentemente, hay quien piensa que ese modelo no funcionará en su municipio y quien opina todo lo contrario. El presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, comentó hace unas semanas estar satisfecho con la inversión de 750 millones de euros que Meta hará para su centro de datos en Talavera de la Reina. Precisamente, aunque la sequía pudo truncar el proyecto, la compañía instalará un sistema que ahorrará el 80% del agua destinada a la refrigeración.
Otros gigantes como Amazon, IBM, Microsoft o Google también han mostrado estos últimos años su interés en España como punto fuerte de instalaciones de este tipo. Cerdanyola del Vallès es otra localidad catalana en la que se han instalado tres esta última década y hay otros cuatro proyectados y su concejala de planificación urbanística, Eulàlia Mimó, declara en SER que «son inversiones muy importantes. En algunos casos, los centros de procesamiento de datos van acompañados por centros de formación o laboratorios de innovación».
Y más importante: desde el ayuntamiento defienden todo lo contrario a lo que comenta Larrosa: «a escala económica recaudaremos el Impuesto de Construcciones Instalaciones y Obras, el Impuesto de Bienes Inmuebles y el Impuesto de Actividad Económica», por lo que algo sí quedaría en el pueblo.
Imágenes | Jorge Franganillo, Manuel Geissinger