En la costa de Granada, decenas de personas están revisando hectáreas de aguacates uno a uno. El culpable: este escarabajo
En octubre de 2023, un vecino de Motril vio unos insectos raros en un par de aguacates ornamentales y subió una foto a redes sociales para ver si alguien le ayudaba a identificarlos. Ahí empezó todo.
El Ayuntamiento, primero, y la Junta de Andalucía, después, pusieron en marcha un mecanismo de localización y eliminación: se instalaron trampas específicas, se revisaron hectáreas y hectáreas de plantaciones y comenzaron a retirar árboles enteros. En septiembre, se avisó al Ministerio: todo parecía indicar que el escarabajo de la ambrosía se había instlaado en el sur de España.
La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía acaba de declararlo oficialmente.
¿Escarabajo de la ambrosía? El Euwallacea fornicatus es un escarabajo muy pequeño y difícil del ver originario del Sudeste asiático. Su importancia, explican desde la Junta, es que «va asociado al hongo de la marchitez del aguacate por Fusarium sp. y por lo tanto se comporta como un vector de transmisión. Al final, esta enfermedad provoca la muerte del árbol».
A día de hoy, la plaga «está causando graves daños en el cultivo del aguacate y numerosas especies ornamentales» en Estados Unidos (California y Florida), Israel, Sudáfrica, Australia y Emiratos Árabes Unidos.
Y ese es el problema. Andalucía es «la principal zona productora de cultivos tropicales dentro del continente europeo» y Motril se encuentra en el corazón de las 12.000 hectáreas de aguacates del litoral mediterráneo andaluz. La llegada del E. fornicatus a estas comarcas pueden provocar estragos en un sector que, debido a la sequía, lleva años sufriendo mucho (el año pasado algunas zonas perdieron el 90% de la producción).
¿Y dónde está el escarabajo? Según se ha publicado esta misma semana en el BOJA, la zona infestada corresponde con tres parcelas situadas en el casco urbano de Motril y otras dos fincas aledañas (una de ellas no cultivada). A eso, la Consejería añade «una zona tampón de un kilómetro» alrededor.
¿Qué ocurrirá a partir de ahora? Se va a proceder a una monitorización exhaustiva de todas las zonas susceptibles de estar infectadas. Y, acto seguido, se procederá a podar inmediatamente todo árbol o arbusto en el que «se sospeche o constate la presencia de la plaga».
Pero no solo eso. Porque se abre una etapa llena de incertidumbres: solo entre la Axarquía malagueña y la Costa Tropical de Granada se producen decenas de miles de toneladas de aguacates. tanto es así que el producto se ha convertido en una auténtica «mina verde» que, pese a haber sido muy criticada (y con razón), se ha convertido en un motor económico comarcal.
Si la Junta no consigue controlar y eliminar la plaga, el reinado andaluz en el mercado europeo de las frutas tropicales puede verse comprometido. Y mucho.
Imagen | Junta de Andalucía | John Cameron