Estamos intentando mejorar un tratamiento contra el cáncer. Con un componente del pegamento
La llamada cola blanca es un clásico entre los pegamentos. Su uso principal es el de encolar materiales porosos, como la madera, pero ahora, uno de sus componentes, el alcohol de polivinilo, puede ayudarnos en un campo radicalmente distinto: el de los tratamientos contra el cáncer.
Una ayuda para la radioterapia. Concretamente, la radioterapia en la lucha contra los cánceres en cuello y cabeza. Según un nuevo estudio, el compuesto podría ayudar a enfocar mejor el tratamiento, evitando que este dañe a las células sanas en su ataque contra las células cancerosas.
La clave está en la combinación de este el alcohol de polivinilo (PVA) con un compuesto denominado D-PBA, el cual podría ser utilizado en un tipo de radioterapia denominada terapia de captura de neutrones de boro o BNCT.
“Hemos descubierto que el PVA, que es utilizado en el pegamento líquido, mejora drásticamente la eficacia de un compuesto llamado D-BPA, que hasta ahora había sido eliminado de los ingredientes del fármaco al ser considerado inútil”, explicaba en una nota de prensa Takahiro Nomoto, miembro del equipo responsable del estudio.
BNCT. La terapia de captura de neutrones de boro (BNCT) es una forma de radioterapia que se basa en la administración de un compuesto con boro a los pacientes. La idea es hacer que el boro se acumule en las células cancerosas para después exponerlas a neutrones de baja intensidad. Estos neutrones reaccionan con el boro, destruyendo las células cancerosas sin perjudicar a las sanas.
La radioterapia BNCT tiene por ello la ventaja de ser una terapia dirigida, pero presenta dos problemas. El primero es que estos neutrones de baja energía son débiles, lo que limita su rango de eficacia a zonas cercanas a la superficie. Es por ello que la terapia resulta útil en el tratamiento de cánceres como el de cuello y el de cabeza, que suelen presentarse cerca de la superficie, pero no en otros más profundos.
El segundo problema es que existe cierta limitación en nuestra presente capacidad de “dirigir” la terapia. Hoy por hoy se utiliza una variante de la boronofenilalanina, denominada L-BPA. Esta sustancia cumple su función de acumular el boro en las células cancerosas, pero en ciertos contextos también hace que el elemento se acumule en algunas células sanas.
Del L-BPA al D-BPA. Ahora, el equipo responsable del nuevo estudio ha observado que la combinación de PVA con otro compuesto denominado D-BPA, puede ayudar a mejorar la aculunación y retención de boro en las células cancerosas mejorando la efectividad de la radioterapia BNCT.
D-BPA es el enantiómero de L-BPA, es decir, una molécula simétrica que no puede ser rotada en un espacio tridimensional para convertirse en la otra, como una mano derecha es simétrica a la izquierda pero no idéntica. Estas moléculas son quirales, por lo que la forma en la que reaccionan químicamente con el resto de moléculas en nuestro interior varía.
Los detalles del estudio fueron publicados en un artículo en la revista Journal of Controlled Release.
Mejorando la eficacia. Hasta ahora, el L-BPA y no el D-BPA había sido utilizado en el tratamiento debido a que no había pruebas de que contribuyera al tratamiento, es decir, se consideraba que este compuesto resultaba inútil farmacológicamente. Sin embargo, el nuevo estudio observó que, combinar PVA con este compuesto promovía la acumulación del boro y su retención en las células cancerosas, haciendo más eficaz el tratamiento.
Como el D-BPA, el PVA es una sustancia farmacológicamente inocua en este contexto, pero este no es el primer estudio que señala que podría ayudarnos a luchar contra el cáncer mejorando la capacidad de la radioterapia. En un estudio anterior, el equipo observó que este compuesto también podría ayudar a mejorar la eficacia del L-BPA mejorando la acumulación y retención del boro.
En laboratorio. Por ahora los resultados positivos se limitan al contexto del laboratorio, por lo que aún habrá que esperar antes de saber si esta nueva idea tiene una aplicación real en la práctica.
Imagen | Jo McNamara