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Estamos comenzando a ver la división de clases en IA: ya hay una IA para pobres y una IA para ricos

La inteligencia artificial se está postulando como una revolución en nuestra forma de trabajar, disfrutar y comunicarnos, y estamos viviendo dos fenómenos silenciosos con ella. La primera, la de cómo poco a poco se va infiltrando en nuestras vidas. La segunda, cada vez menos silenciosa, la de su coste. Uno que está empezando a crear dos grandes IAs: la de pobres, y la de ricos.

ChatGPT para ricos. Hasta no hace mucho, ChatGPT estaba disponible en versión gratuita y en su versión de pago, ChatGPT Plus, con más opciones. Desde hace unas pocas semanas tenemos con nosotros ChatGPT Pro, que por 200 dólares al mes ofrece acceso ilimitado a sus modelos más avanzados y a interacción por voz avanzada ilimitada. Son características llamativas, sin duda, pero también especialmente caras. ¿O no?

ChatGPT

ChatGPT Plus

ChatGPT Pro

Precio

Gratuito

20 dólares/mes

200 dólares/mes

Modelos disponibles

GPT-4o mini

GPT-4o mini

Acceso limitado a o1 y o1-mini

GPT-4o mini

Acceso ilimitado a o1

Acceso limitado a o1 pro

Multimodalidad

Limitación en mensajes por sesión

Subidas limitadas de archivos

Generación limitada de imágenes

Más mensajes

Más subidas de archivos

Más generación de imágenes

Más mensajes

Más subidas de archivos

Más generación de imágenes

Acceso a interacción por voz

Acceso limitado a voz estándar

Mayor acceso a voz estándar

Acceso limitado a voz avanzada

Acceso ilimitado a voz avanzada

GPTs personalizados

Uso de GPTs personalizados

Creación y uso de GPTs personalizados

Creación y uso de GPTs personalizados

Si la usas mucho es hasta barata. Para los que usan la IA ocasionalmente pagar 200 dólares al mes por usarla puede ser algo hasta descabellado, pero lo cierto es que en ciertos escenarios esa inversión puede salir de lo más rentable: si algo que tardas horas en hacer puedes resolverlo en minutos con una IA que cuesta 200 dólares al mes, ¿es esa IA cara? Probablemente no.

La programación es un buen ejemplo. Tenemos un buen caso de éxito en el ámbito de la programación. Los modelos son cada vez más importantes para los desarrolladores software, que los han incorporado para que les ahorren mucho trabajo en tareas algo más rutinarias.

«Por favor, dame más». Javier Recuenco (@recuenco), autor y académico, explicaba recientemente cómo la IA permite que los seres humanos puedan centrarse en aquello en lo que realmente destacan. «Algo que te quita el 80% del trabajo y que te deja a ti hacer aquello en lo que eres bueno, que te mola y en lo que eres bueno, por favor dame más». Esa es una excelente forma de expresarlo: para esos casos de uso, esa IA para ricos no lo es tanto.

¿División de clases? Alberto Romero, autor de la newsletter ‘The Algorithmic Bridge’, reflexionaba hace semanas sobre esa potencial brecha que podría aparecer y que hará que tengamos una IA de pobres y otra de ricos. Los nuevos modelos de empresas como OpenAI serán cada vez más avanzados y posiblemente útiles, sobre todo en ciertos escenarios, y eso hará que las empresas den acceso privilegiado a dichos modelos para quienes quieran y puedan pagarlos. «OpenAI operará en el mercado con la única regla que importa: la de la oferta y la demanda», explicaba. Eso hará no obstante que muchos «no puedan permitirse los nuevos agentes de IA y en lugar de eso jueguen con las sobras en el mejor de los casos, y en el peor, competiremos con ellos por el presupuesto de nuestros empleadores».

Y potencial riesgo para el mundo en general. Dicho debate plantea un futuro en el que la brecha digital —quienes tienen acceso y aprovechan la tecnología, y quienes no— irá aún más allá, porque la IA plantea una ventaja competitiva enorme para la productividad. Los países y usuarios con acceso a este tipo de plataformas podrán avanzar más y mejor que aquellos que no lo tienen o que no pueden pagar por él (o al menos, por las versiones más avanzadas).

La publicidad como alternativa. Pero junto a estas cuotas de la «IA para ricos» hay otra vertiente: la de dar acceso a estos modelos aprovechando el modelo que ya ha conquistado a internet: el de la publicidad. Si estamos dispuestos a usar una IA en la que se nos inserten anuncios cada cierto tiempo, puede que tengamos una forma de acceder «gratuitamente» a dichos modelos, aunque sea de forma algo más limitada. Ha ocurrido con los medios de comunicación y está ocurriendo con las plataformas de streaming —que son más baratas en sus planes con anuncios— y todo apunta a que también tendremos un «ChatGPT con anuncios» algo más barato pero que podremos usar de forma avanzada.

Imagen | Xataka con Grok

En Xataka | OpenAI ha roto su techo. Su plan Pro es un salto al ultrapremium que tiene todo el sentido del mundo

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