La Generación Z está dejando de usar una habilidad humana con más de 5.500 años de antigüedad: escribir a mano
La generación Z es la primera que se ha educado en un entorno 100% digital desde la educación primaria. Eso ha facilitado que tengan grandes habilidades en cuanto a comunicación a través de las redes sociales, pero está dejando de lado otras habilidades que la humanidad ha cultivado durante más de 5.500 años: la escritura a mano.
Esta tendencia a abandonar la escritura preocupa a expertos y educadores, quienes observan cómo la dependencia de dispositivos electrónicos está afectando la capacidad de comunicación escrita de los más jóvenes y las consecuencias para el aprendizaje que eso implica.
Más pantallas y menos papel. Los teclados y las pantallas táctiles han relegado al papel y a la escritura a un segundo plano, haciendo que la escritura a mano esté perdiendo terreno entre la generación Z. Esta tendencia, observada en diversos países, no solo afecta la caligrafía de los estudiantes, sino también la capacidad de expresarse de manera clara y estructurada en textos escritos.
En declaraciones recogidas por el diario turco Türkiye Today, la profesora Nedret Kiliçeri,docente de la Universidad de Estambul en Turquía, señalaba: «la escritura de los estudiantes a menudo es ilegible, con letras que se inclinan hacia abajo o hacia arriba en la página. A menudo confunden letras al escribirlas como la D y la B», señalando la pérdida de habilidades espaciales que aporta la escritura sobre el papel.
La digitalización es solo una excusa. Investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología publicaron un estudio en la revista científica Frontiers in Psychology en el que se muestra la importancia de escribir a mano en los procesos cognitivos relacionados con el aprendizaje. Los investigadores pidieron a un grupo de participantes usar un lápiz digital para escribir un texto, mientras que el resto lo hizo con un teclado.
Los resultados demostraron una mayor actividad en las áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje, la formación de memoria y la codificación de información. Esos datos demostraron que, aunque la escritura se lleve a cabo con un lápiz digital sobre una pantalla, el hecho de estructurar la información para escribirla y la coordinación motora para dibujar las palabras, es una actividad mucho más eficiente para el aprendizaje que hacerlo con un teclado.
Escribir nos hace recordarlas palabras. «Nuestros hallazgos sugieren que la información visual y de movimiento obtenida a través de movimientos de la mano controlados con precisión al utilizar un bolígrafo contribuye en gran medida a los patrones de conectividad del cerebro que promueven el aprendizaje”, afirmó la profesora Audrey Van der Meer. En otro estudio de 2020, la profesora Van der Meer profundizó más en la importancia de la escritura a mano en los procesos de análisis y aprendizaje en niños de 12 años.
En sus conclusiones la investigadora reconoce que, aunque la escritura a mano activa más zonas de aprendizaje que la escritura con teclado, eso no significa que se aprenda más rápido o mejor con un método o con otro, ni hace que los niños sean más inteligentes.
«Existen pruebas de que los estudiantes aprenden y recuerdan mejor cuando toman apuntes de clase a mano. Al mismo tiempo, utilizar un ordenador con teclado puede ser más productivo a la hora de escribir un texto largo o un ensayo», aseguraba Van der Meer al medio científico Sciencenorway.
Exámenes tipo test para escribir menos. Arda Kahrama, estudiante universitaria comentaba en el artículo que durante buena parte de su educación han estado demostrando sus conocimientos con exámenes tipo test, por lo que las habilidades de desarrollo de la comunicación escrita se han ido haciendo menos presentes en su educación.
«Desde la escuela primaria, hemos estado resolviendo exámenes tipo test. No recuerdo haber escrito ensayos a menos que fuera absolutamente necesario. Las redes sociales ya tienen su propio lenguaje: formas abreviadas y emojis. Creo que la escritura tal como la conocíamos está muriendo».
Un cambio de paradigma en la comunicación. Según la profesora Kiliçeri «los estudiantes tienden a evitar oraciones complejas y creen que una serie de frases cortas constituye un párrafo. Esta tendencia refleja el impacto de las redes sociales, donde la comunicación se reduce a mensajes breves y emojis».
Lo que los investigadores sugieren es que, no es que los miembros de la generación Z sean más o menos inteligentes que las generaciones anteriores por no haber ejercitado tanto la habilidad de la escritura a mano. El problema es que esa falta de práctica en la estructuración de los escritos y el uso de las redes sociales ha llevado a la generación Z a un cambio de paradigma en la forma de comunicarse.
Tal y como señalaba la profesora Nedret Kiliçeri, ese cambio está haciendo que muchos jóvenes sean incapaces de redactar correos electrónicos o textos académicos de calidad. «Los estudiantes ahora prefieren utilizar un mínimo de palabras para transmitir información básica. Su objetivo es resumir ideas en tan solo diez palabras y usan la inmediatez que proporciona los teclados».
Imagen | Unsplash (Unseen Studio)