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Marco de minimización del arrepentimiento: el truco de Jeff Bezos para tomar decisiones difíciles que ha respaldado la ciencia

El miedo al fracaso es una sensación legítima cuando las personas se exponen a un gran riesgo. Es algo que saben bien los grandes milmillonarios, que han creado auténticos imperios superando ese temor para transitar caminos por los que nadie había caminado antes. Saber evaluar ese riesgo y ha sido clave en la carrera de Jeff Bezos.

Tal y como confesaba durante una entrevista en el marco del DealBook Summit 2024 que cada año organiza The New York Times, el millonario fundador de Amazon recordó que: «Forma parte de la naturaleza humana sobreestimar el riesgo y subestimar las oportunidades. Por eso, un buen consejo para los emprendedores puede ser encontrar un sesgo contra esa parte de la naturaleza humana». Sam Altman también destacó este sesgo en su decálogo de consejos para conseguir una carrera profesional sólida.

Marco de minimización del arrepentimiento

En 1994, Jeff Bezos era un analista financiero de Wall Street con una carrera prometedora. Sin embargo, renunció a su empleo y a una carrera estable y bien pagada para lanzarse a la aventura de vender libros online cuando nadie lo hacía.

Según contaba el propio Bezos durante el discurso de graduación del curso 2010 en Princeton, «fui a ver a mi jefe y le dije que quería fundar una empresa que vendiera libros en Internet. Mi jefe me llevó a dar un largo paseo por Central Park, me escuchó atentamente y finalmente dijo: ‘Parece una muy buena idea, pero sería una idea aún mejor para alguien que no tuviera ya un buen trabajo'».

Finalmente, Bezos decidió seguir adelante con su idea y el resultado es la una de las principales tecnológicas del mundo.

En una entrevista de 2001, Jeff bezos explicaba en qué consistía lo que él denominaba «marco de minimización del arrepentimiento», y cómo le había servido para tomar aquella decisión tan difícil y muchas otras posteriores.

El magnate del comercio electrónico explicó que se imaginó a sí mismo con 80 años y se preguntó si, al echar la vista atrás, se arrepentiría de no haberlo intentado. «Me di cuenta de que no me arrepentiría de intentar construir algo importante, incluso si fracasaba. Sabía que eso me perseguiría todos los días».

No tememos al riesgo, tememos al cambio

La reflexión de Bezos queda respaldada por una investigación de Steve Levitt, un economista de la Universidad de Chicago y coautor de ‘Freakonomics‘. En su experimento, el economista enfrentó a unos 165.000 participantes a decisiones importantes en sus vidas como cambiar de empleo, mudarse a otra ciudad o emprender un negocio. De todos los participantes, 20.000 permitieron que esa decisión la tomara una moneda lanzada virtualmente al aire y asumieron el resultado.

Una de las conclusiones de ese estudio es que quienes hicieron cambios importantes en sus vidas, se declararon mucho más felices que aquellos que permanecieron en la misma situación. «La gente es demasiado cautelosa cuando se trata de hacer cambios», concluyó Levitt basándose en los datos de su investigación.

Otra investigación de 2017 del departamento de psicología de la Universidad Nacional de Buenos Aires, puso de manifiesto la importancia de la evaluación del riesgo y el arrepentimiento en la toma de decisiones. En muchos casos, la perspectiva futura de arrepentirse por no haberlo hecho es, en sí misma, un argumento para tomar la decisión.

Ambos estudios ponen de relieve que, lo que se considera riesgo, puede estar condicionado por la percepción humana. Lo que en realidad crea esa resistencia es el miedo al cambio, incluso cuando se sabe que serán mayores los beneficios obtenidos cuando se actúa que cuando se permanece en la misma situación.

Sin saberlo, el jefe de Bezos en 1994, había dado en el clavo al analizar la situación y señalar que la decisión de su empleado sería la opción más inteligente si no tuviera un buen salario. Alguien que no tuviera nada que perder, se habría lanzado sin pensarlo a esa aventura de vender libros por internet. Sin embargo, a alguien que ya tenía una posición acomodada le costaría más asumir el riesgo de cambiar su statu quo.

No afrontar riesgos es un rasgo evolutivo

La aversión al riesgo y la pérdida que implica la toma de decisiones es fruto de la herencia evolutiva de la raza humana. Esa alerta nos ha mantenido alejados de depredadores y amenazas, asegurando los recursos vitales cuando aparecían para mantenernos con vida.

Los riesgos que se asumen al cambiar de empleo, invertir o emprender un negocio son financieros, emocionales o sociales, pero no ponen en riesgo la vida. Aun así, el cerebro utiliza el mismo mecanismo de supervivencia ancestral, asociando esos cambios a un riesgo real.

Según afirmaba Bezos, cualquier persona puede aprender a gestionar ese miedo al cambio mediante la toma de conciencia derivada de un análisis crítico de la situación, e identificar cuando las decisiones están influenciadas por el miedo al cambio, o están respaldadas por datos.

Al usar el marco de minimización del arrepentimiento para imaginarse qué pensaría el Jeff Bezos de 80 años, el millonario estaba disociando la toma de decisiones de su realidad personal de aquel momento. «Cuando haces eso, te alejas de tu bono anual, y ese el tipo de cosas que, a corto plazo pueden engañarte, pero si piensas a largo plazo, entonces podrás tomar buenas decisiones de vida de las que no te arrepentirás más adelante», aseguraba el millonario en una de sus entrevistas.

En Xataka | Igualar en fortuna a Jeff Bezos es difícil, pero no imposible: trabajar durante 45 años ganando 2,1 millones a la hora

Imagen | Flickr (LAAFBSMSC)

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