Los mayores aliados de Tesla en 2025 serán Stellantis y Toyota. Ante multas históricas, hay 1.000 millones de euros en juego
Por primera vez en su historia, Tesla despachó menos coches al final todo un año que en el ejercicio anual anterior. Pese a meter un coche más en su catálogo (Cybertruck) y hacer todo lo posible por entregar vehículos en el último trimestre del año (lo que puede haberle costado otro disgusto), las entregas de Tesla se redujeron en un 1,1%.
La caída es mínima. Podríamos decir que Tesla consiguió un empate técnico consigo misma al entregar 200.000 vehículos menos que en el año anterior pero sí da síntomas de que la empresa pasa por sus primeras dificultades para colocar su producto.
En Estados Unidos, sus ventas siguen siendo aplastantes pero en Europa los rivales empiezan a apretar. Quien busque únicamente la mejor relación autonomía/precio seguirá decantándose por Tesla pero otras compañías más tradicionales empiezan a situar productos a la misma altura ofreciendo otro tipo de ventajas, como un interior menos disruptivo o, sencillamente, una imagen que encaja mejor con sus preferencias.
Pero es China la que acusa el mayor problema para la compañía. Los clientes se han lanzado a premiar a los fabricantes locales, en detrimento de las compañías occidentales. Esto ha obligado a Tesla ha llevar a cabo importantes descuentos para mantener el ritmo en las ventas. Y pese a que su 2024 ha sido de récord en el país, su cuota de mercado se ha reducido sensiblemente, pasando del 7,8% del mercado al 6% en 2024, según recogen en CNBC.
Señalan en este medio que Tesla rebajó los precios del Model Y en 10.000 yuanes chinos en diciembre de 2024 para reimpulsar las ventas (crecieron un 12,8% ese mes respecto al mismo periodo de 2023). El problema para la compañía es que ya en abril de 2024 también habían rebajado el precio del coche en otros 14.000 yuanes chinos. Es decir, en un año su precio ha caído cerca de un 10%, teniendo en cuenta que ahora se vende por 239.900 yuanes.
La jugada de bajar precios es algo que también ha aplicado en el mercado europeo. En España bajaron el precio del Tesla Model Y en 2.000 euros en mayo de 2024. Y situar a la versión con mayor autonomía del Tesla Model 3 (700 km según ciclo WLTP) en 44.990 euros era otro golpe encima de la mesa.
Y si la compañía está peleando por precio es porque sabe que tiene un colchón bien mullido. Ese colchón ya lo cifran en 1.000 millones de euros.
1.000 millones de euros gracias a los rivales
El año 2025 representa en Europa un importante desafío para los fabricantes tradicionales de vehículos. Las normativas europeas de emisiones obligan a reducir sensiblemente la contaminación generada por los tubos de escape de cada compañía.
La conocida como normativa CAFE está diseñada para que las emisiones medias de una flota de vehículos de un fabricante no superen los 93,6 gr/km de CO2. En caso de que se supere esta cifra, la empresa será sancionada por 95 euros por cada gramo superado y coche vendido. Es decir, si una empresa ha vendido un millón de coches y se ha situado en 103,6 gr/km de CO2, la multa será de 950 millones de euros.
Parece mucho pero las cifras podrían ser mucho mayores. Según ACEA, la patronal del automóvil en Europa, hay en juego alrededor de 15.000 millones de euros en multas. Para hacernos una mejor idea, en El Español calculaban que con las cifras de ventas y de emisiones de 2023, el Grupo Volkswagen se enfrentaría a una multa de más de 8.000 millones de euros.
Con las cifras de 2023, el grupo Volkswagen se enfrenta a más de 8.000 millones de euros en multas
Es aquí donde entra en juego el valor de negociación de cada compañía. Por ejemplo, dentro de Stellantis, Leapmotor sirve al grupo para reducir las emisiones contaminantes ya que solo venden coches eléctricos. Es decir, tienen coches que diluyen las emisiones medias de los automóviles.
Pero esto mismo también lo permite la Unión Europea entre compañías que no tienen ninguna relación entre ellas. La intención es que dos o más empresas se puedan presentar bajo un mismo grupo, lo que se conoce como pool, para reducir las emisiones medias de sus coches.
Las compañías más contaminantes pagan a una empresa que solo fabrica coches eléctricos para comparecer con ella ante Bruselas. Así, las empresas excedidas evitan las multas y el daño económico es menor. A cambio, las empresas de coches eléctricos suman sus vehículos para ser contabilizados a final de año, reciben dinero de los rivales y pueden negociar un precio por sus créditos que, evidentemente, tiene que ser inferior a los 95 euros gr/km de CO2 que marca la sanción.
Esto ha llevado, explican en Cinco Días, a que Stellantis, Toyota, Ford, Mazda y Subaru ya hayan avanzado a Bruselas que su intención es rendir cuentas a final de año bajo un mismo grupo liderado por Tesla. La compañía de Elon Musk es la más codiciada ya que es el mayor vendedor de coches eléctricos de Europa y, por tanto, puede diluir las emisiones de un mayor número de rivales.
Con este valor, aseguran en el diario económico, podrían entrar en las arcas de Tesla alrededor de 1.000 millones de euros en ingresos. La estimación la ha realizado UBS y también ha sido recogida por Bloomberg. La cifra estaría muy alejada de los 300 millones de euros que, se estima, podría alcanzar Volvo en una alianza con Mercedes.
La situación tampoco es nueva para Tesla. La compañía de coches eléctricos ha utilizado estos créditos de emisiones como una entrada regular de dinero cuando sus ventas no generaban los ingresos suficientes como para rentabilizar los coches vendidos. En Bloomberg estiman que desde 2009 la empresa ha ingresado unos 11.000 millones de dólares aprovechándose de este tipo de regulaciones.
La duda de los analistas de UBS está en la capacidad que le queda a Tesla para maniobrar antes de llenar su saco de CO2. De momento, las compañías tienen hasta el 7 de febrero de este año para presentarse ante Europa en un mismo grupo. Antes tiene que enviar los datos de estimaciones de CO2 a la empresa de Elon Musk. Ésta decidirá entonces si hay hueco para el ingreso de las compañías que se quieran sumar o, por el contrario, el riesgo de sobrepasar los límites es demasiado alto y no merece la pena.
Así mismo, es interesante comprobar qué tipos de alianzas se tejen. En UBS consideran que si Volkswagen y Renault (dos de las compañías más sobrepasadas y con multas de miles de millones de euros sobre sus cabezas) no llegan a un acuerdo con fabricantes de vehículos puramente eléctricos tendrán un verdadero problema. De hecho, Luca de Meo, el máximo responsable de Renault ha sido la voz más crítica contra las multas europeas en el último año, tanto como CEO de Renault como presidente de ACEA.
Foto | Stephen Mease