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En su regreso a la Casa Blanca, Trump se ha apropiado del himno más improbable: el icónico 'YMCA' de Village People

Si algo ha demostrado Donald Trump a lo largo de su dilatada (y diletante) carrera es que sabe reinventarse. A sus 78 años ha ejercido de empresario inmobiliario, dueño de una cadena de casinos, estrella de la telerrealidad y político. Al igual que él, también el trumpismo es difícil de clasificar con las coordenadas de la política convencional. Quizás la mejor prueba la dejó el propio dirigente al escoger la (contradictoria) banda sonora que lo ha acompañado en su asalto a la Casa Blanca.

Él, uno de los referentes en la lucha contra el espíritu woke y las políticas DEI y que se ha propuesto tumbar la «ideología de género» al frente del Gobierno de EEUU, ha convertido la canción ‘YMCA’ de los Village People, considerada durante décadas un símbolo de la comunidad gay, en el nuevo himno del trumpismo.

Trump a ritmo de ‘YMCA’. Si hace unos años nos hubieran pedido a cualquiera que escogiéramos un himno que acompañase el regreso triunfal de Donald Trump a la Casa Blanca quizás nos habríamos decantado por un tema country, un clásico americano a lo ‘Born in the USA’ (con el improbable permiso de Springsteen) o algún hit de la lista de músicos que han apoyado abiertamente al republicano .

Lo que con toda probabilidad a nadie se le ocurriría es incluir en la lista la celebérrima ‘YMCA’, el pegadizo tema disco popularizado a finales de los años 70 por los Village People. Y sin embargo, ironías del trumpismo, el domingo por la noche Trump celebró su regreso a la Casa Blanca al ritmo de esa canción, ahora reconvertida en todo un himno MAGA. Tan improbable como cierto.

¿Por qué improbable? Por varias razones. La primera (y no menor) es que hace no tanto Victor Willis, uno de los miembros fundadores de los Village People y a quien llevamos décadas viendo bailar la coreografía de ‘YMCA’ vestido de policía, se pronunciaba de forma muy crítica sobre las políticas de Trump. 

En 2020 llegó a publicar un mensaje en Facebook en el que pedía al republicano que no usara ninguna de sus composiciones en sus mítines, citando expresamente ‘YMCA’ o ‘Macho Man’. «Lo siento, pero ya no puedo mirar a otro lado», avisaba.

«Ni siquiera es una canción estadounidense». Por si quedasen dudas, The Washington Post recuerda que en mayo de 2023, después de que circulara un vídeo de Trump contoneándose al ritmo de ‘Macho Man’, la manager de Village People envió al abogado de Trump una carta de cese y  desistimiento.

«¿Trump y sus partidarios piensan que el pueblo estadounidense sería tan estúpido como para ponerlo de nuevo en el cargo (2024) para sufrir sus tácticas una vez más? No lo creo. Y nunca permitiría que usase ‘YMCA’ por segunda vez sin una gran pelea legal», abundaba Willis en 2020, dejando clara su opinión sobre el líder republicano y su poca predisposición a que este sacase provecho de sus hits.

Las familias de los impulsores del grupo (los productores Jacques Morali y Henri Belolo) tampoco parecen haberse sentido muy cómodas con la idea de que Trump se apropiase de ‘YMCA’. «Ni siquiera es una canción estadounidense. Es francesa», claman. El tema lo compusieron el galo Morali, fallecido en 1991, y Willis.

¿Hay más? Sí. De hecho los recelos iniciales de Villa People sobre el uso de la canción en los mítines MAGA ni siquiera son el principal motivo por el que ‘YMCA’ parece, a priori, un acompañamiento improbable para las campañas de Trump.

‘YMCA’ no es un tema más de Village People, ni una simple composición pegadiza de los 70. Durante décadas se ha asociado a la comunidad gay, elevado casi (o sin el casi) a la categoría de himno del colectivo. Y eso precisamente hace que resulte tan chocante escucharlo ahora en los actos de un conservador que, nada más regresar a la Casa Blanca, clamó: «Solo hay dos géneros: masculino y femenino».

Reinterpretando un clásico. Lo cierto es que no solo ha cambiado el uso de ‘YMCA’. Lo ha hecho también su cocreador, Willis, mucho más dispuesto ahora a que sus composiciones suenen en los actos políticos de Trump; y con él lo ha hecho la interpretación de la propia canción. Tras décadas convertido en himno gay, el artista clama ahora contra una interpretación que tacha de errónea.

«Ha habido mucha discusión, sobre todo últimamente, sobre si ‘YMCA’ es de alguna manera un himno gay», reconocía en diciembre Willis, el único miembro original que queda del grupo, aunque lo abandonó durante  años, hasta 2017. «Como he dicho numerosas veces, esa es una falsa suposición basada en que mi compañero de composición era gay y algunos (no todos) en Village People eran homosexuales, y que el primer álbum del grupo trataba sobre la vida gay».

Y por si quedasen dudas, el compositor advertía en declaraciones recogidas por El País: «Como yo escribí la letra y debería saber de qué trata realmente, en enero de 2025, mi esposa comenzará a demandar a todas y cada una de las empresas informativas que se refieran falsamente a ‘YMCA’ como un himno gay».

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De las discos a los mítines. No importan los mensajes de Willis de 2020 o el significado que se haya atribuido a ‘YMCA’ durante el último medio siglo. En 2025 el tema forma parte del imaginario trumpista. Suena con frecuencia en los mítines y el republicano lo baila en sus actos (aunque de una forma peculiar).

Tan icónico se ha vuelto para el movimiento MAGA, que el tema se interpretó durante la celebración del domingo en Washington, con la participación en directo del grupo en el Capital One Arena. Y no fue la única. La formación tenía previsto ofrecer más actuaciones como parte de los festejos por el regreso de Trump.

Donde dije Diego… Digo MAGA. El mismo Willis que ha pedido que no se «politice» la canción y amenazaba en 2020 con dar la batalla en los juzgados para desligar la icónica ‘YMCA’ de los actos de Trump, no encuentra ahora el menor problema en interpretarla en actos en los que se corea el eslogan MAGA.

«Nuestras actuaciones no suponen un respaldo a las políticas del presidente electo, digan lo que digan. Dicho esto, apoyamos que ahora tengamos nuevo presidente y todos deberíamos desearle lo mejor hasta que nos dé una razón para no hacerlo», señala en su cuenta de Facebook.

«La triste realidad». «Creemos que la música debe compartirse en todo el espectro político y no preservarse para un bando político. Pero aquí está la triste verdad, si nuestra candidata preferida (Kamala Harris), hubiera ganado, Village People nunca habría sido invitado a actuar en su inauguración. Ella habría elegido a gente como John Legend y Beyonce, etc.», continúa el artista.

«Por último, no fue la comunidad LGBTQ la que volvió a hacer grande ‘YMCA’ al llevar la canción al número 1 durante 5 semanas en la lista Billboard», zanja. Esa notoriedad 46 años después de su estreno se ha traducido en algo más reconocido por el propio artista: una generosa recaudación en dólares contantes y sonantes.

La gran pregunta. Queda botando sin embargo una pregunta, probablemente la más importante: entre el amplio catálogo de canciones que tenía a su disposición Trump, ¿por qué parece haberse decantado de forma especial por ‘YMCA’? El tema de los Village People no es el único en una banda sonora en la que también están presentes Kid Rock o Lee Greewood, pero… ¿Por qué escoger una canción de 1978 que, guste o no a Willis, se ha asociado durante años con la comunidad gay?

Desgranando teorías. No hay respuestas. Solo teorías. Hay quien señala que en 2020 ‘YMCA’ se convirtió en uno de los temas que sonaban en las manifestaciones contra los confinamientos para controlar la expansión del COVID-19 y que durante algunas de esas marchas incluso se cambiaba el ‘YMCA’ por ‘MAGA’. Otra teoría es que el éxito disco de los 70 encaja con el tono de los mítines de Donald Trump.

Habría incluso una tercera hipótesis, mucho más simple y que parte de un dato básico: el presidente tiene 78 años, con lo que cuando se estrenó ‘YMCA’ tenía 32 y era un joven rico y ambicioso con el mundo por delante. En su elección habría un componente de añoranza, algo que tampoco es del todo ajeno a la compleja fórmula trumpista que ha llevado a Trump fortalecido a la Casa Blanca.

Imágenes | Wikipedia y Gage Skidmore (Flickr) 1 y 2

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