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El Ebro S800 ya se fabrica en Barcelona: la punta de lanza de la industria china para "remarcar" sus coches en Europa

En abril del año pasado, una noticia sacudía la industria del automóvil en España:  Chery, dueña de marcas como Omoda, se hacía con la fábrica Nissan en Barcelona. Terminaba así un largo culebrón que había comenzado en 2020 con la salida de la firma nipona de la Ciudad Condal y para la que no se le conseguía encontrar un futuro claro.

La noticia llegaba con sorpresa. Ebro, una marca española de pasado rural, renacía dentro de las instalaciones que ahora son propiedad de Chery. Entonces se hablaba de que Ebro contaría con coches eléctricos y que serían los primeros en llegar. Finalmente, optarán por una estrategia que parece más lógica, teniendo en cuenta el mercado en el que nos movemos.

Ebro ya produce su segundo coche: el Ebro S800.

Un futuro marcado por China

Las primeras unidades tienen que llegar el próximo mes de febrero y la producción ya ha comenzado. Hablamos del Toyota Ebro S800, un SUV de gasolina con siete plazas y la promesa de posicionarse como uno de los coches más asequibles de su segmento.

En su llegada a Europa y a España, Chery ya nos confirmó que seguirían el plan marcado por MG. Este último grupo chino tiene un superventas en el MG4 Electric por ser uno de los modelos con mejor relación autonomía/precio del mercado. Pero su oferta y músculo va mucho más allá. Conscientes de que hay un mercado asequible que conquistar, sus opciones con motores de combustión son numerosas.

Por algo muy similar ha optado Chery. El Omoda 5 es un SUV compacto, de aspecto disruptivo y que cuenta con opción completamente eléctrica. Pero su mayor fortaleza está en sus versiones de gasolina. Y los datos dicen que están funcionando bien. En 2024, el Omoda 5 colocó 7.578 unidades (208 de ellas eléctricas), el triple que Alfa Romeo y más unidades que el Hyundai i30 o el Ford Focus, por poner otros dos ejemplos. Todo en menos de un año.

Chery ha sumado también en los últimos meses del año 1.099 unidades de Jaecoo. Esta firma china está enfocada a segmentos de precios superiores pero, de nuevo, como una opción más barata que sus rivales. En nuestras primeras impresiones comprobamos que puede ser un coche realmente interesante para quienes necesiten un coche de gran tamaño y ciertas capacidades offroad.

Ahora es Ebro la que se sumará a la lista a esta lista. La compañía, como tal, no pertenece al grupo Chery pero los coches que ensamblará sí son chinos. Es algo similar a lo que lleva a cabo DR Automobiles en Italia… y en España. No es casual porque, de hecho, el Ebro S800 es un DR 7.0. Un coche italiano que, en realidad, es casi idéntico al Chery Tiggo 8.

Ebro S800 17

Podríamos decir que el Ebro S800 es una versión muy actualizada de estos dos modelos. Por fuera, apenas mide dos centímetros más que el DR 7.0 pero por dentro el ambiente está mucho más cuidado y da una mayor sensación de modernidad. Esto último lo consigue con dos enormes pantallas (10,25 pulgadas para el cuadro de instrumentos y 15,6 pulgadas para la central) pero también con la compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, el sistema de sonido firmado por Sony o dos cargadores inalámbricos en la parte delantera.

El negocio, evidentemente, está en que el esfuerzo que Ebro tiene que realizar en materia de desarrollo es mínimo. Su gran activo es la propia planta que Nissan tenía en Barcelona. En una entrevista a elEconomista.es, sus directivos señalaban que uno de los factores clave para alcanzar la mayor rentabilidad posible era la asociación con Chery. «Parte del esfuerzo tecnológico lo pone esta compañía, lo que nos ayuda a reducir costes, a realizar menos inversiones que empezar de cero y nos permitirá tener buenos márgenes de rentabilidad. Además, España es un país competitivo en costes laborables en comparación con otras economías europeas».

La respuesta nos da varias pistas. En primer lugar, el esfuerzo tecnológico de la propia Ebro en los coches de pasajeros que lancen al mercado es ínfimo pues hablamos de coches chinos remarcados. Una estrategia que puede ser interesante para poner en el mercado un coche muy barato de siete plazas con motor de gasolina.

El Ebro S800 parte, sin descuentos de 36.990 euros (en su web ya se anuncia por 33.500 euros). Con un equipamiento potente de inicio, está por debajo de rivales como los Peugeot 5008, Skoda Kodiaq o Renault Espace.  De hecho, por debajo solo tiene el mencionado DR 7.0 y el DFSK. En ambos casos, coches chinos. Y más adelante llegará la versión híbrida enchufable, un terreno donde el coche chino tiene mucho por ganar en Europa.

El segundo punto destacable es esa forma de recalcar que «España es un país competitivo en costes laborales». Los salarios más bajos que los de otros países de nuestro entorno y unos costes energéticos que también son inferiores han atraído el interés de compañías chinas como Chery pero también le han permitido a Vigo y Zaragoza mantenerse con vida.

Todo ello tiene dos aproximaciones. La optimista nos dice que la producción del Ebro S800 es una nueva oportunidad para mantener una nueva planta productiva viva, dando trabajo a centeneras de personas. La pesimista nos recuerda que el coche no es más que un vehículo chino remarcado y que mantiene a España en el escalón más básico de la industria, la que manufactura los coches y no la que los desarrolla.

El gran reto es conseguir que España forme parte de ambas vertientes, que sea capaz de desarrollar coches y crear una industria ingeniera a la altura que aporte valor al propio vehículo. Y, al mismo tiempo, no perder el trabajo puramente industrial que ensambla los coches y que tanta historia tiene en nuestro país.

Fotos | Ebro

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