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En pleno desierto, Arabia Saudí está preparando su próxima gran apuesta energética con la ayuda de un socio: China

Arabia Saudita está enfrentando un déficit fiscal debido a las costosas inversiones en proyectos como The Line, que forman parte de su Visión 2030 para diversificar su economía. No obstante, una parte compensa a otra, y es que el país saudí está enfocado en cubrir todo de paneles solares, pero no ha tenido en cuenta hasta ahora dónde podía almacenar la energía.

En corto. Arabia Saudita ha conectado oficialmente el sistema de almacenamiento de energía en baterías (BESS) más grande del mundo en Bisha, provincia de ‘Asir. El proyecto ha logrado un hito en la estrategia del país por desarrollo de un sistema de baterías de 500 MW/2000 MWh. La compañía operadora es Saudí Electric Company y utiliza tecnología avanzada suministrada por BYD.

Una iniciativa más grande. El proyecto, llamado Bisha BESS, forma parte de una iniciativa más amplia del país árabe para fortalecer aún más su infraestructura de energía renovable. La nación está buscando que más de la mitad de su energía provenga de energías renovables, así que ha visto en el almacenamiento el componente necesario para esta transición. Arabia Saudí ha encontrado que las baterías proporcionan flexibilidad a la red y permite la integración de fuentes de energía intermitentes como la solar y la eólica.

A parte de formar parte del plan nacional Visión 2030, el Bisha BESS forma parte de diferentes iniciativas de almacenamiento a gran escala. En una licitación en curso, la lista de 33 postores precalificados se publicó a principios de enero y reveló que Masdar, ACWA Power, EDF y TotalEnergies compiten por contratos de servicios de almacenamiento a 15 años.

122 unidades de almacenamiento. La empresa china BYD han prefabricado las 122 unidades, cada una integra un sistema de conversión de energía (PCS) de 6MW junto con cuatro módulos de baterías de fosfato de hierro y litio (LFP), cada uno con una capacidad de 5.365MWh. El diseño es modular para optimizar el espacio, mejorar la integración del sistema y minimizar los puntos de falla.

Construcción en desierto. Aunque las baterías fueron suministradas por la empresa china BYD, el proyecto fue llevado a cabo por un consorcio formado por State Grid Corporation of China y Alfanar Projects, quienes se encargaron de la ingeniería, la adquisición de equipos y la construcción de la instalación. La instalación, ubicada en un entorno desértico extremadamente desafiante, ha presentado dificultades significativas, como altas temperaturas y frecuentes tormentas de arena. Para hacer frente a estos obstáculos, los ingenieros perfeccionaron las técnicas de instalación y optimizaron los procesos de puesta en marcha, asegurando la fiabilidad del sistema a largo plazo.

Si no puedes con ellos, únete a ellos. Esta famosa frase se la podemos atribuir al Reino Saudí, quien ha pensado eso de China. En el momento que empezó a entrar en esta carrera por las renovables, Arabia Saudí empezó a lo grande. Sin embargo, en el campo de las megaestructuras y renovables, el gigante asiático no tiene rival. Aunque el país árabe está desarrollando diferentes proyectos en renovables, otros que también integran fuentes limpias como la ciudad de Neom, no está teniendo el éxito esperado. No obstante, si que hay un sector donde podría hacerle competencia a China: la energía nuclear. El reino tiene la capacidad de extraer y procesar el uranio, lo que le posicionaría como un actor clave.

Imagen | Red Sea Project S.A

Xataka | Arabia Saudí acaba de inaugurar otro de sus colosales proyectos: el sistema de transporte sin conductor más largo del mundo

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