China probó su destructor 055 contra ocho buques de la Marina al este de Taiwán. A EEUU le salvó que era una simulación
En diciembre del año pasado Estados Unidos liberaba un documento a través del Pentágono donde daba cuenta de los avances de China en materia militar. En el mismo, se indicaba que la nación había añadido aproximadamente 100 ojivas nucleares en el último año, alcanzando un total estimado de más de 600 para mediados de 2024, con planes de superar las 1.000 para 2030. En cuanto a las flotas, un nombre por encima del resto: el crucero destructor de clase Renhai (Type 055), una bestia que, sobre el papel, superaba a sus contrapartes estadounidenses. Un simulacro acaba de confirmar la ventaja asiática.
La bestia 055. Como explicamos entonces, el buque cuenta con un sistema de lanzamiento vertical de 112 celdas y capacidades para múltiples misiones, una clase de destructores furtivos de misiles guiados cuyo diseño es multimisión. A saber: se busca combinar sensores y armas para la defensa aérea, pero también con capacidades de guerra antisubmarina (muy superior a modelos anteriores de la nación).
Para el “vecino” estadounidense este desarrollo naval de China está clasificado como “crucero” (AKA buque de guerra). La razón se debe a que la Armada de Estados Unidos define un crucero como un gran combatiente de superficie multimisión con capacidad de ser buque insignia. Dicho de otra forma, Estados Unidos lo situaba en la misma liga que su clase Ticonderoga. Sea como fuere, todo esto son especificaciones sobre el papel, y China ha querido dar un paso más allá para saber cómo se comportaría en un eventual campo de batalla.
Un nuevo enfoque a la guerra naval. Ahora, un grupo de investigadores chinos liderados por el experto en inteligencia artificial Yu Minghui han llevado a cabo una simulación de combate naval que muestra cómo junto a una combinación de drones aéreos y barcos no tripulados podría enfrentar y neutralizar una flota de guerra estadounidense.
¿Cómo? El experimento, realizado en el Pacífico occidental, al este de Taiwán, planteó un escenario en el que un solo destructor chino 055 se enfrenaba a ocho destructores estadounidenses Arleigh Burke, embarcaciones altamente avanzadas y parte fundamental de la Marina de Estados Unidos.
Desarrollo de la «batalla». Al parecer y como cuenta el trabajo, en la simulación, el destructor Type 055, como decíamos, una de las embarcaciones más impresionantes de la Armada china, avanzó acompañado de dos “buques madre” no tripulados que desplegaron 32 drones aéreos (UAVs) y 14 barcos autónomos. La respuesta estadounidense consistió en el lanzamiento de 32 misiles de crucero LRASM furtivos y Tomahawk, diseñados para ataques de alta precisión, armas avanzadas con un coste unitario de más de tres millones de dólares.
Al detectar la ofensiva y a medida que los misiles estadounidenses se aproximaban, los drones y barcos autónomos trabajaron en conjunto con el 055 para interceptar y neutralizar los misiles enemigos. Una vez finalizado el ataque, el destructor chino permaneció intacto y las unidades no tripuladas conservaron la suficiente munición para continuar la defensa.
El concepto Kill Net. El estudio, publicado en la revista Warship Research y desarrollado en conjunto por el Centro de Desarrollo y Diseño de Buques de China (CSDDC) y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, fue presentado como un cambio de paradigma en la guerra naval y destacaba que el uso masivo de drones y barcos autónomos permitiría en estos momentos a China establecer una denominada como “kill net”: una red de ataque y defensa eficiente y de bajo coste, capaz de superar los sistemas de combate tradicionales.
Además, al menos a priori, el estudio subrayó la diferencia de la estrategia convencional de la Marina de Estados Unidos, que se basa en grupos de ataque liderados por portaaviones y destructores tripulados, a la de China, que busca un enfoque asimétrico, donde la combinación de IA, enjambres de drones y plataformas no tripuladas reduzca la vulnerabilidad de sus activos navales y maximice el poder de combate.
Implicaciones estratégicas. Obviamente, todo esto se trata de una simulación, pero el ejercicio ofrece pistas sobre el avance de las tecnologías navales. Además, sugiere que China está explorando tácticas para neutralizar la superioridad numérica y tecnológica de la Marina de Estados Unidos en una región, Taiwán, que no parece haberse elegido al azar.
En principio, el enfoque chino no solo reduciría costes, sino que también permitiría a Beijing desplegar unidades prescindibles y autónomas en escenarios de conflicto sin aparentemente arriesgar personal ni embarcaciones de alto valor. Por su parte, Estados Unidos no ha respondido públicamente a los hallazgos del estudio
Imagen | PLA Navy