La energía eólica en Galicia se enfrenta a un viento en contra: barreras legales y sociales que amenazan el futuro
Galicia lleva un tiempo enfrentado disputas por el desarrollo de la energía eólica. De hecho, el gobierno gallego ofreció la energía producida a mitad de precio para intentar mediar con la comunidad vecinal. Sin embargo, esta medida no ha logrado resolver los conflictos legales, lo que ha llevado al sector a tomar una medida desesperada.
No más eólica. El sector ha enfrentado un parón debido a decisiones judiciales polémicas, en la que más de 60 proyectos eólicos están paralizados. Una normativa reciente aprobada por la Xunta, la Ley de Recursos Naturales, obliga a los promotores a vender el 50% de la energía a empresas locales y a repotenciar los parques eólicos más antiguos (más de 25 años).
Los obstáculos en la eólica. Por un lado, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha anulado múltiples proyectos por supuestas deficiencias en los estudios de impacto ambiental, aplicando un criterio más estricto que el de otros tribunales españoles. Por otro lado, la resistencia social ha crecido, con vecinos y ecologistas denunciando los efectos negativos de los parques eólicos sobre el paisaje, la biodiversidad y la calidad de vida de las comunidades. Además, han argumentado que el desarrollo eólico en Galicia se está realizando sin una planificación adecuada y sin garantizar una protección suficiente a los ecosistemas.
Por su parte, y como también han criticado otras comunidades con mayor capacidad instalada, han denunciado que la comunidad gallega sea tratada como una «zona de sacrificio» para abastecer a otras regiones sin recibir beneficios proporcionales.
La llamada de SOS. La publicación de la Ley 5/2024 en el Boletín Oficial del Estado, que modifica la Ley 8/2009 de regulación eólica, ha introducido medidas adicionales para ayudar al sector. Esta ley incluye la creación de zonas de aceleración renovable eólica, donde el impacto ambiental sería menor y la tramitación de proyectos se realizaría más rápidamente. A su vez, se ha modificado el canon eólico para ajustarlo a los nuevos modelos de parques, lo que podría impactar tanto en la fiscalidad como en los beneficios para las comunidades locales. Sin embargo, este cambio ha sido criticado por diversas patronales eólicas, como Aelec, AEE y Appa, quienes consideran que la normativa distorsiona el mercado y afecta la competitividad.
A pesar de tener unas condiciones óptimas para la instalación de eólica, Galicia tiene que resolver las preocupaciones en torno al impacto medioambiental y la oposición vecinal. De cara al futuro, será necesario encontrar un equilibrio para poder seguir desarrollando infraestructura renovable.
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