Elon Musk despidió a centenares de empleados y ahora tiene que volver a contratarlos: eran expertos en armas nucleares
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) liderado por Elon Musk no da abasto a despedir a todos los funcionarios que, según la mayor fortuna del planeta, sobran en la Administración. En su última intervención, los agentes del DOGE despidieron a unos 350 funcionarios del Departamento de Energía. Lo que no sabían es que estaban mandando a casa a especialistas en ensamblaje de ojivas nucleares y control de armas y residuos nucleares.
Despidos nucleares. Según publicaba CBS News, los empleados de DOGE pensaban que el pasado jueves estaban despidiendo a empleados en periodo de prueba o a simples administrativos del departamento de energía, sin pararse a preguntar cuál era realmente su trabajo. Sin embargo, cientos de empleados federales que trabajan en los programas de armas nucleares de Estados Unidos también recibieron su notificación de despido.
Según fuentes de The Associated Press cercanas al Departamento de Energía, hasta 350 empleados de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) fueron despedidos de manera inesperada. Algunos de ellos perdieron acceso a sus cuentras de correo electrónico antes de ser notificados formalmente o no pudieron acceder a su puesto de trabajo con sus credenciales. La NNSA es la entidad encargada de gestionar el arsenal de armas nucleares del país, entre otras responsabilidades cruciales.
Especialistas en ojivas nucleares. Una de las instalaciones más afectadas por los despidos de DOGE fue la planta de Pantex, cerca de Amarillo (Texas), que sufrió un recorte de plantilla del 30% sin previo aviso. En esta planta, los empleados se dedican al reensamblaje de ojivas nucleares, una tarea de alta especialización que requiere los niveles más altos de autorización de seguridad.
La directora interina de la agencia, Teresa Robbins, envió un comunicado a los empleados despedidos anulando la orden de despido, lo ha causado una enorme confusión en toda la agencia. Sin embargo, 28 funcionarios no fueron readmitidos. “Esta carta sirve como notificación formal de que la decisión de terminación emitida el 13 de febrero de 2025 ha sido rescindida, con efecto inmediato”, decía el memorando obtenido por AP.
Despedir primero, luego preguntar. Dada la naturaleza de estos despidos, se ha puesto de manifiesto la discrecionalidad que emplea el departamento dirigido por Elon Musk, a la hora de despedir a los funcionarios sin analizar previamente el alcance de su trabajo.
Ese patrón de actuación lleva el sello inequívoco de Elon Musk. Lo hizo con el departamento de desarrollo de los supercargadores de Tesla, para luego volver a contratarlos porque se había paralizado el servicio. Hizo lo mismo con el departamento de moderación de Twitter
Caos en un departamento estratégico. «La gente de DOGE llega sin tener ni la menor idea de cuáles son las responsabilidades de estos departamentos. No parecen darse cuenta de que, en realidad, se trata más del departamento de armas nucleares que del Departamento de Energía», aseguraba Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas.
Un alto funcionario de la NNSA, Rob Plonski, también expresó su preocupación por los despidos en una publicación en LinkedIn: «Este es un momento crucial. Debemos decidir si estamos verdaderamente comprometidos a liderar en el escenario mundial o si nos contentamos con socavar los mismos sistemas que aseguran el futuro de nuestra nación». Plonski advirtió que «cortar la fuerza laboral federal responsable de estas funciones puede ser visto como imprudente en el mejor de los casos y adversamente oportunista en el peor».
Consecuencias para la fuerza nuclear de EEUU. Los despidos y posterior readmisión de los empleados del Departamento de Energía ha plantado la semilla de la incertidumbre entre esos funcionarios, y algunos se están replanteando si volver a trabajar en la agencia. «El principal impacto fue un golpe a la moral y la confianza de los empleados que fueron despedidos», aseguraba a CNN una fuente cercana.
Muchos de ellos han dedicado toda su carrera a los programas nucleares convirtiéndose en un valioso activo de conocimiento en este ámbito. Estos despidos solo han venido a agravar la pérdida constante que ya venían sufriendo tras una reciente ola de jubilaciones, que ya ha supuesto una pérdida de talento cualificado en este departamento, justo cuando EEUU está llevando a cabo un importante esfuerzo de modernización de armas nucleares de 750.000 millones de dólares.
Edwin Lyman, director de seguridad de energía nuclear de la Union of Concerned Scientists (UCS), explicaba a CBS News que los despidos podrían «alterar el funcionamiento cotidiano de la agencia y crear una sensación de inestabilidad sobre el programa nuclear tanto en EEUU como en el extranjero. Eso sólo puede beneficiar a los adversarios de este país».
Imagen | The White House, Departamento de Defensa de Estados Unidos