Los glaciares son la gran reserva de agua dulce olvidada del planeta. Y nos estamos quedando sin ella
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Según estimaciones del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), los glaciares, junto con la capa de hielo y las nieves permanentes, albergan más de 24 millones de kilómetros cúbicos de agua. Esto representa el 1,74% del total de agua del planeta, pero también el 68,7% del agua dulce. El riesgo de perder estas reservas es cada vez mayor.
273.000 millones de toneladas. Un nuevo estudio en el que ha tomado parte la Agencia Espacial Europea (ESA) ha revelado el ritmo al que los glaciares de nuestro planeta han estado perdiendo agua desde el año 2000. Las cifras no son nada esperanzadoras: nuestros glaciares han perdido 273.000 millones de toneladas de agua al año en promedio.
“Por poner esto en perspectiva, las 273.000 millones de toneladas perdidas anualmente representan lo que la población mundial consume en 30 años, asumiendo [un consumo de] tres litros por persona y día”, indica en una nota de prensa Michael Zemp.
Otra forma de verlo en perspectiva es teniendo en cuenta que los glaciares de este planeta, según explica la propia agencia, contenían aproximadamente 121,73 billones de toneladas de hielo. Durante las últimas décadas los glaciares han visto una caída del 5% en su volumen.
In crescendo. El equipo también ha advertido de que el ritmo al que perdemos hielo ha ido creciendo a lo largo del periodo de estudio. El estudio abarcó el periodo entre los años 2000 y 2023 y se dividió en dos subperiodos: 2000–2011 y 2012–2023. Comparando ambos periodos el equipo constató una aceleración en el ritmo al que los glaciares pierden agua: en el segundo periodo la pérdida de hielo fue un 36% mayor que en el primero.
El contexto geográfico también importa. Si antes señalábamos que, a nivel global, los glaciares habían perdido un 5% de su volumen, las pérdidas regionales se encuentran entre el 2% observado en las islas antárticas y subantárticas, y el 39% de pérdida de volumen observado en Europa Central.
Glambie. La investigación se ha realizado en el marco del proyecto Glambie (Glacier Mass Balance Intercomparison Exercise), una iniciativa del WGMS (World Glacier Monitoring Service) de la Universidad de Zurich en colaboración con la Universidad de Edimburgo y la empresa Earthwave dedicada a estimar la masa global de hielo perdida por los glaciares.
La iniciativa generó una serie temporal para el periodo de estudio (2000-2023) combinando datos de distintas fuentes. Entre ellas emplearon observaciones por satélite del instrumento ASTER a bordo de la misión estadounidense Terra y del ICESat-2, también de la NASA; en combinación con datos obtenidos de las misiones europeas y euroestadounidenses GRACE, TanDEM-X y CryoSat.
Los detalles del estudio han sido publicados en un artículo en la revista Nature.
No es solo el nivel del mar. Esta pérdida del hielo tiene un implicación de sobra conocida: los cerca de 6,55 billones de toneladas de agua desaparecidas de los glaciares han acabado derretidas en el mar, lo que, según las estimaciones del equipo, ha contribuido al aumento del nivel de las aguas en unos 18 milímetros, unos 0,75 mm anuales.
Sin embargo, aunque el aumento del nivel del mar sea preocupante y a menudo la “cara visible” del cambio climático, el problema va más allá. Y es que los glaciares son una importante reserva de agua. Su deshielo contribuye notablemente al caudal de muchos ríos. Este es el caso del Ebro, que se nutre de los glaciares de los Pirineos ademá del deshielo de montes en la cordillera Cantábrica y del sistema Ibérico.
“Los glaciares son una fuente vital de agua dulce, especialmente en comunidades locales de Asia Central y los Andes Centrales, donde los glaciares dominan la escorrentía durante las estaciones cálidas y secas”, explica también en la nota de prensa Inés Dussaillant, coautora del estudio.
En Xataka | El agua dulce del planeta desaparece, algo que puede percibirse también desde el espacio
Imagen | Los glaciares de las montañas Chugach, en Alaska. Copernicus Sentinel-2