Expertos en montar y desmontar coches tienen muy claro dónde está la ventaja china: es imposible hacerlo más barato
Creo que amenaza la existencia de algunas de estas empresas. No tengo ni idea de lo que pasará dentro de cinco años pero sé lo que veo. Las cosas van a cambiar
Las palabras son de Terry Woychowski y sabe bien de lo que habla. Woychowski fue alto ejecutivo de General Motors y en los últimos años es presidente de Caresoft Global Technologies, consultoría que se encarga de explicar a los fabricantes dónde tienen margen para ahorrar dinero y cómo pueden hacerlo.
Sus comparaciones, como no, están enfocadas ahora a los coches chinos. Cómo sus fabricantes consiguen ahorrar tanto dinero en la producción de sus automóviles y cómo se posicionan para ser una amenaza real a los productores tradicionales de occidentes.
Consultorías que pasan, evidentemente, por desmontar los coches de unos y de otros y señalar las diferencias.
Sacando las… ¿vergüenzas?
A una de esas últimas demostraciones han asistido los periodistas de Automotive News. «Lo que vemos de los chinos es una amenaza existencial», les recalcaba Woychowski. Es, exactamente, el mismo discurso empleado por Jim Farley, presidente de Ford, hace unos meses.
En Ford habían llegado a la misma conclusión que los expertos de Caresoft Global Technologies al desmontar ellos mismos algunos coches chinos. La estrategia está siendo habitual, con los fabricantes tradicionales intentando entender qué hacen en China diferente a ellos para abaratar al máximo sus vehículos.
De hecho, esta misma compañía ya le dijo a Toyota que se podían olvidar de todo el camino que habían andado hasta ahora. Todo lo aprendido y aplicado poco a poco, con mejoras mínimas pero que sumadas hacían de sus coches vehículos excelentes y fiables también los encarecían y les impedían competir a precio.
Y algo muy similar es lo que les han dicho a los fabricantes estadounidenses. Ponen como ejemplo las complicaciones a las que se enfrentan a la hora de fabricar el techo de los vehículos. Según la consultora, los americanos utilizan imanes con tierras raras con un coste de un dólar por cada uno de ellos. Eso les obliga a emplear acero junto al aluminio para garantizar su fijación. Por el contrario, los chinos utilizan una tira adhesiva simple que les cuesta un centavo cada una. Es decir, al menos doce dólares menos y un proceso mucho menos complejo y más rápido.
En el salpicadero sucede algo parecido. Mientras que los estadounidenses utilizan metales pesados tras el salpicadero, los chinos o Tesla emplean plásticos con profusión. Esto mismo le señalaron a Toyota dejando claro que, sin las vibraciones de un motor de combustión, esta forma de trabajar había quedado obsoleta y sólo encarecía el producto.
Además, desde Caresoft señalan que toda esta ventaja competitiva ha sido posible porque el propio Estado ha creado el China Automotive Technology & Research Center (CATARC), un organismo creado en 1985 que define las normas de homologación pero que también presta asistencia para el desarrollo de nuevos productos, incluido el desarrollo de sistemas de ayuda a la conducción o sistemas autónomos.
Han promovido una industria, aseguran, intensamente competitiva conscientes de que algunas empresas se quedarán por el camino. Sin embargo, esto les obliga a trabajar más deprisa y encontrar soluciones lo más rápidamente posible. Una presión que les lleva a emplear un mes para conseguir una pieza nueva que llega desde un proveedor externo mientras que en Occidente se necesita emplear nueve meses. ¿Una reunión? Los expertos de Caresoft aseguran que concertar una cita con el responsable de un proveedor no lleva menos de dos meses pero que en China apenas lo solucionan en una semana.
Si quieren competir en precio, los fabricantes tienen que estandarizar más sus productos, aseguran. Es la estrategia que fue empleada por el Gobierno de Estados Unidos para ahorrar costes durante y después de la II Guerra Mundial y es la técnica aplicada por los fabricantes chinos donde lo verdaderamente diferencial es el software.
Foto | Caresoft Global Technologies