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Siglos antes del Carnaval, en el Brasil ya se daban auténticos festivales gastronómicos con pescado y bebidas fermentadas

Desde las fiestas patronales hasta los macrofestivales musicales, las celebraciones en sociedad son parte de nuestro acervo cultural. Y lo llevan siendo desde tiempos inmemoriales. En vísperas de uno de los festivales más importantes del país, el carnaval, un equipo de arqueólogos ha publicado un estudio sobre unas posibles celebraciones estacionales del Brasil precolonial.

Un festín de pescado. Un nuevo estudio ha hallado indicios de la celebración de un festival en el Brasil precolombino. Esta celebración multitudinaria habría contado con banquetes centrados en el consumo de pescado y bebidas alcohólicas.

El estudio ha sido llevado a cabo por un equipo internacional, en el que ha participado el Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA-UAB), además de investigadores de la Universidad de York y de la Universidad Federal de Pelotas, en Brasil.

Los cerritos. A orillas de la laguna de los Patos, en la costa del estado de Rio Grande do Sul, pueden hallarse unos curiosos accidentes geográficos. Se trata de montículos de tierra creados por los habitantes prehistóricos de la región, charrúas y minuanes, y que reciben el nombre de “cerritos”.

Desconocemos el origen exacto o la función de estos montículos, pero unos restos arqueológicos hallados en su entorno nos pueden desvelar un aspecto importante de la vida de aquellos habitantes precolombinos de la región. Concretamente, cómo festejaban.

Pescado y bebidas fermentadas. Porque el reciente estudio de restos de cerámica han dado importantes pistas sobre sus hábitos. Siguiendo la pista de estos restos, el equipo pudo encontrar pruebas de los alimentos y bebidas que tiempo atrás fueron cocinados o almacenados en estos utensilios.

Hallaron así restos de pescado y también, por primera vez en la región, indicios de producción de bebidas alcohólicas. Estas bebidas habrían sido fermentadas a partir de vegetales como tubérculos, maíz dulce o palma.

Antiguas vasijas. Para lograrlo, el equipo recurrió a técnicas de caracterización molecular e isotópica de los residuos alimentarios hallados en restos de vasijas de cerámica de entre 2.200 y 2.300 años de antigüedad y hallados en la región. Los detalles del estudio fueron publicados en un artículo en la revista PLOS One.

Mucho antes del carnaval. A partir de los resultados y de estudios previos, el equipo interpreta que existen indicios de la celebración de una suerte de tradición asociada al consumo de pescado en el entorno de la laguna de los Patos. El equipo sugiere que las reuniones en la zona de los montículos respondían a celebraciones estacionales probablemente vinculadas a la pesca de peces migratorios en la región, como la corvina rubia, señalan.

“Vemos ejemplos de estas prácticas en todo el mundo, a menudo relacionadas con la abundancia estacional de ciertas especies migratorias. Estos acontecimientos brindan una excelente oportunidad para llevar a cabo actividades sociales, como funerales y matrimonios, y tienen un gran significado cultural”, señala en una nota de prensa Marjolein Admiraal, autora principal del trabajo.

Descifrando los cerritos. El estudio nos da pistas sobre las sociedades que habitaron la región y por tanto sobre los misteriosos cerritos hallados en el lugar. La investigación da fuerza a la hipótesis de que estos montículos tenían cierta importancia ritual o cultural, vinculado de una u otra forma a estas festividades.

Sin embargo por ahora no tenemos pruebas concluyentes de que esta fuera su función. De ahí que el equipo también destaque la necesidad de preservar estos lugares, patrimonio cultural de la región y elementos clave para poder averiguar nuevos detalles sobre las sociedades que habitaron la región.

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Imagen | UAB

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