El ordenador más potente de la NASA acaba de detectar algo extraño: hay una estructura espiral rodeando el Sistema Solar
A miles de kilómetros de nuestro planeta hay todo tipo de misterios por descubrir. Algunos acabamos descifrándolos, como esa extraña señal de televisión que tardamos años en resolver, pero otros se mantienen con ese halo de singularidad. En este grupo hay de todo, desde los magnetares de baja intensidad, hasta esas ráfagas de radio que detectamos de cuando en cuando. Y luego está la Nube de Oort, una región fascinante que nos acaba de revelar algo sorprendente.
Una espiral en los confines. El borde del Sistema Solar ha sido durante mucho tiempo una frontera poco explorada, obvio, ya que se trata de un vasto y enigmático territorio repleto de objetos helados que orbitan a distancias extremas. Allí, la Nube de Oort, una región que se extiende hasta 100.000 unidades astronómicas (UA) del Sol, se ha considerado una simple esfera de escombros cósmicos, pero un reciente estudio computacional la ha situado en primera plana. ¿La razón? Se ha desvelado una estructura inesperada y fascinante: una estructura espiral similar a la de una galaxia en miniatura.
El hallazgo, dirigido por el astrónomo David Nesvorný del Southwest Research Institute y publicado en The Astrophysical Journal tras su difusión en el servidor de preimpresión arXiv, revela que la fuerza gravitatoria de la Vía Láctea ha moldeado la Nube de Oort interna en una estructura espiral de 15.000 UA de diámetro. Esta espiral, que ha perdurado desde los inicios del Sistema Solar, desafía las concepciones previas sobre la morfología de la propia Nube de Oort y podría redefinir nuestra comprensión de la evolución de los objetos transneptunianos.
La composición de la Nube de Oort. Hasta donde sabemos, la Nube de Oort se ha dividido tradicionalmente en dos regiones. La Nube de Oort externa, situada más allá de las 10.000 UA, es un esferoide de cuerpos helados que se encuentra débilmente vinculado al Sol y sufre frecuentes perturbaciones gravitacionales de estrellas cercanas. De esta región provienen la mayoría de los cometas de período largo, aquellos que viajan a través del Sistema Solar en trayectorias elípticas tras ser desviados por interacciones gravitacionales.
Por otro lado, la Nube de Oort interna se encuentra entre 1.000 y 10.000 UA, y hasta ahora se creía que tenía una estructura más estable y en forma de disco. Debido a su proximidad relativa al Sol, los objetos en esta zona están más fuertemente ligados a su gravedad y son menos susceptibles a perturbaciones estelares externas. Sin embargo, los nuevos modelos computacionales han revelado que su forma no es un disco uniforme, sino una estructura espiral con brazos retorcidos y un disco inclinado unos 30 grados respecto al plano eclíptico.
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La influencia de la Vía Láctea. Al parecer, la clave de esta inesperada morfología radica en la interacción de la Nube de Oort interna con la denominada como «marea galáctica», un fenómeno gravitacional generado por la Vía Láctea. Esta fuerza, ejercida por la atracción gravitatoria del centro galáctico, estrellas cercanas y posibles agujeros negros, afecta especialmente a las regiones más distantes del Sistema Solar.
El modelo desarrollado por Nesvorný y su equipo fue procesado en el superordenador Pleiades de la NASA, utilizando datos sobre la formación del Sistema Solar hace 4.600 millones de años. Durante la simulación, los científicos introdujeron la influencia gravitatoria del Sol, el impacto de la marea galáctica y la interacción con la Vía Láctea. ¿Resultados? Se encontró que la espiral se formó en los primeros cientos de años tras la creación del Sistema Solar y ha permanecido estable desde entonces, resistiendo incluso el paso cercano de estrellas en los últimos milenios.
Implicaciones y desafíos del hallazgo. Tal y como cuentan los investigadores, uno de los aspectos más sorprendentes del estudio es que la espiral no es un efecto temporal ni una perturbación reciente, sino una estructura permanente dentro de la Nube de Oort interna. La comparación con investigaciones previas sugiere que esta forma ha estado presente en múltiples simulaciones previas, aunque no había sido identificada hasta ahora.
No obstante, y esto se subraya en el trabajo, confirmar esta estructura mediante observaciones directas es poco menos que un desafío monumental. ¿Razones? La enorme distancia y la baja luminosidad de los objetos de la Nube de Oort hacen que incluso los telescopios más avanzados sean incapaces de detectarlos directamente. De hecho, la mayoría de la evidencia de la Nube de Oort proviene del estudio de los cometas de período largo, lo que limita las posibilidades de caracterizar su estructura interna con precisión.
Y a pesar de estas dificultades, los científicos consideran que este hallazgo es un paso crucial para comprender la historia del Sistema Solar. La estructura espiral de la Nube de Oort interna podría proporcionar pistas sobre cómo se formaron y evolucionaron los cuerpos helados en los confines del Sistema Solar, además de ayudar a entender el impacto de la Vía Láctea en nuestra vecindad cósmica.
Un nuevo horizonte en la exploración. Qué duda cabe, el descubrimiento de esta estructura espiral en la Nube de Oort interna desafía la concepción tradicional del ya de por sí enigmático borde del Sistema Solar, mostrando que la gravedad de la Vía Láctea ha jugado un papel crucial en su formación y evolución. El hallazgo, además, refuerza la necesidad de desarrollar nuevos métodos de observación y misiones espaciales dedicadas a explorar las regiones más alejadas del Sistema Solar.
Si se quiere también, potencia la idea que ya teníamos, la de que la Nube de Oort sigue siendo una frontera inexplorada, un archivo cósmico que conserva la historia primitiva del Sistema Solar. Como indican los investigadores, su estudio podría revelar información clave sobre el origen de los cometas, la dinámica de los cuerpos transneptunianos y la interacción de nuestro sistema planetario con su entorno galáctico. Casi nada.
Imagen | dolanh, NASA/ESA and A. Feild /Space Telescope Science Institute